Entre los 20-30 años, cuando nos incorporamos al mercado de trabajo, vemos la jubilación como algo muy lejano. Los ingresos no suelen ser altos, pero tampoco los gastos o inversiones son muy elevados. El trabajador debe empezar a familiarizarse con el mercado de trabajo, aprender a interpretar la nómina y conocer conceptos como las aportaciones a la Seguridad Social, que serán la base a nuestra pensión pública. Aunque aún no se apueste por la planificación para la jubilación, sí deben familiarizarse con conceptos como el control de los ingresos y gastos, y ser conscientes de la importancia del ahorro.
Entre los 30-40 años, nos consolidamos en el mercado de trabajo y tomamos decisiones financieras más importantes como la adquisición de la vivienda. Ésta en muchas ocasiones desvía del foco de atención la planificación para la jubilación, mucho más necesaria de lo que pensamos. De hecho, este hito -junto con otros como formar una familia o tener hijos- deberían llevarnos a apostar más por productos de ahorro y previsión, entre los que se incluyen los de jubilación.
A partir de los 50 años, momento que puede coincidir con el fin del pago de la hipoteca -o quedan pocos años para ello- se percibe más cercana la jubilación. Es el momento en que muchos empiezan a pensar e invertir en ella. Hacerlo -sea cuando sea- siempre es positivo, pero empezar antes ofrece muchas ventajas.
A los 60 años llega el momento de empezar a hacer cálculos. Ya podemos estimar mejor a qué edad nos jubilaremos, si cumplimos todos los requisitos para obtener el 100% de una pensión pública, e incluso su cuantía. Si ya llevamos años planificando y trabajando con vistas a nuestra jubilación, ahora es el momento de tomar medidas para consolidar todo lo ahorrado y, si se puede, mejorarla.
Cuando llega la edad de jubilación llega el momento en el que todos nuestros ahorros o inversiones se convierten en ingresos. Debemos decidir cómo cobrar nuestro ahorro complementario y, si es en forma de renta, como suele ser generalmente en España, dicha renta debería haberse convertido en el complemento perfecto para cubrir todos nuestros deseos y necesidades durante la jubilación.