La longitud de tu falda y su relación con la economía

A los economistas siempre se les echa en cara que no saben predecir las crisis pero sí saben explicarlas. La economía no es una ciencia exacta pero sí que cuenta con indicadores que sirven para medir su temperatura. Más allá de los tipos de interés o de los datos del Producto Interior Bruto (PIB), los economistas han tratado de poner en juego otros indicadores que sirvan para predecir si nos acecha una crisis o si la que vivimos ya está a punto de abandonarlos. Los hay de muchas clases y para todos los gustos, pero de los que aquí vamos a hablar son, posiblemente, los más curiosos.

El largo de la falda que mide los mercados

Una falda puede servir para medir la evolución de los mercados; mejor dicho, cómo sea el largo de esa falda. Tal y como suena. Este índice, creado en los años 20 del siglo pasado por el economista George Taylor apunta que el largo de la falda sirve para determinar la marcha de la economía. Si las mujeres llevan la falda por encima de la rodilla es que la economía vive una situación al alza mientras que durante la crisis la falda se lleva por debajo de la rodilla.

Taylor argumentó su teoría analizando la moda antes y después de la crisis de 1929. Es cierto que a comienzos de la década de los años 20 la mujer empezaba a llevar faldas cortas y que luego con el crack del 29 volvieron las faldas largas. Esta teoría también se puede tomar como cierta cuando en los 60, en plena expansión económica, vuelve la minifalda y luego en los 70, de nuevo con la crisis, regresan las faldas largas. Hoy en día, es más difícil de aplicar esta teoría, en la moda hay de todo, faldas largas y cortas, para todos los gustos

En cualquier caso, muchos analistas encuentran la explicación en este curioso indicador en que, en épocas de crisis, las mujeres tienen menos capacidad económica para cuidarse y, por tanto, tienen que taparlas con faldas más largas mientras que, en épocas de vacas gordas, los cuidados son mucho más habituales.

Ventas y color de pintalabios evalúan la economía

¿Te has fijado de qué color se pintan los labios las mujeres? Porque ese es también uno de los indicadores más curiosos sobre la marcha de la economía. Una teoría que corre a cargo del que fuera presidente de Estee Lauder, Leonard Lauder, quien analizó cómo las cifras de ventas de pintalabios, así como su color, pueden indicar el grado de profundidad de la recesión. Según esta teoría, las ventas de pintalabios crecen cuando se acerca una crisis, algo que muchos explican en que la recesión hace que los consumidores dejen de adquirir bienes caros y los sustituyen por algunos más baratos. También el color incluye, según este índice cuando aumentan las ventas de pintalabios rojos es que se avecina una crisis.

Otros indicativos curiosos tienen también a la mujer como protagonista. Hay uno que se fija en la altura de los tacones y señala que cuanto más altos sean, mayor será la crisis; y otro que tiene que ver con el corte de pelo, si está de moda el pelo corto es que es un buen momento para la economía.

Calzoncillos y corbatas

También tienen sus índices los hombres, para ellos se utilizan las ventas de calzoncillos y la forma de las corbatas. Esta teoría que impulsó hasta el ex presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, es tan sencilla como que la venta de calzoncillos se mantiene siempre estable hasta que llega una crisis y se decide alargar su vida útil y sus ventas descienden. De ahí que la venta de ropa interior masculina se considera un índice adelantado de que se acerca una crisis. En cuanto a las corbatas, existe la creencia de que cuando se acerca una crisis los hombres tienden a utilizar corbatas estrechas y más llamativas cuando la época es buena.

La altura de los rascacielos

Los rascacielos también sirven para medir el estado de la economía. Este índice, que fue creado en 1999 por Andrew Lawrence, sugiere que la construcción de edificios y su altura tiene que ver con la evolución de la economía. Según esta teoría, cuando se construye un rascacielos que supera en altura al más elevado que existía hasta la fecha es que se avecina una crisis.

Predecir una crisis o adelantar su final no es tarea sencilla. Lo que está claro es que nuestra manera de actuar como consumidores se ve afectada en ambos casos ya sea porque compramos menos ropa interior o porque intentamos poner buena cara al mal tiempo con unos labios rojos. Sea como fuere, salir a la calle ya nos da una idea de cómo está la economía… sin necesidad de tener que mirar ningún indicador más.