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¿Cómo elegir un plan de pensiones en España?

Escrito por Ana Moreno | Dec 2, 2025 8:00:00 AM

Elegir un plan de pensiones no consiste en mirar lo que ocurrió en el pasado, sino en adaptarlo a sus necesidades y a su situación personal. Para acertar, hay tres aspectos que marcan la diferencia: qué quiere conseguir, cuánto riesgo puede asumir y cuánto tiempo tiene por delante.

Defina su meta de jubilación. Antes de nada, piense en la cantidad que le gustaría mantener cuando se jubile. ¿Quiere conservar el 70%, el 80% o el 100% de sus ingresos actuales? Por ejemplo, si hoy gana 2.000 € y desea mantener el 80%, necesitará unos 1.600 € al mes. A partir de ahí, calcule cuánto debe complementar la pensión pública.

Ajuste el riesgo al tiempo que le queda. Si faltan más de 15 años, puede asumir más riesgo y optar por planes con mayor peso en renta variable. Si faltan entre 10 y 15 años, lo recomendable es un plan mixto que combine renta fija y variable. Si faltan menos de 10 años, conviene priorizar la estabilidad y reducir la exposición a renta variable. Una regla sencilla: si una caída del 10% le preocupa mucho, elija un plan de pensiones más conservador.

Controle costes y mantenga la constancia. Las comisiones importan. Una diferencia de unas décimas puede suponer miles de euros menos en su ahorro final. Prefiera planes con comisiones competitivas y mantenga aportaciones periódicas, aunque sean pequeñas, para aprovechar el interés compuesto. Además, busque flexibilidad para ajustar las aportaciones cuando lo necesite.

 Pregúntese antes de decidir:
¿Tengo claro cuánto quiero cobrar al jubilarme?
¿Sé cuánto riesgo puedo asumir sin sentirme incómodo?
¿He comprobado las comisiones del plan?
¿Puedo mantener aportaciones regulares?

 

Tipos de planes de pensiones disponibles

Antes de entrar en detalle, conviene saber que los planes de pensiones pueden clasificarse de muchas formas: según el promotor, el tipo de aportaciones o prestaciones, o la forma en que invierten el dinero. Esta última, la política de inversión, es clave para entender el riesgo, la rentabilidad esperada y la estabilidad del ahorro.

Aquí nos vamos a centrar en esa clasificación. Para explicarlo de forma clara, usaremos tres perfiles ficticios que representan situaciones muy habituales:

👩 María (60 años), le faltan 7 años para jubilarse, busca seguridad y no quiere sobresaltos.
👨 Javier (45 años), tiene 20 años por delante, quiere equilibrio entre crecimiento y estabilidad.
👩‍💼 Laura (35 años), le quedan más de 30 años, está dispuesta a asumir más riesgo para maximizar rentabilidad.

Con ellos veremos cómo funcionan los tres tipos de planes más comunes: renta fija, renta variable y renta mixta.

 

Planes de renta fija

Un plan de renta fija invierte principalmente en bonos del Estado, deuda pública y emisiones corporativas. Esto significa que su dinero se presta a gobiernos o empresas a cambio de un interés. Son planes más estables, con menos altibajos, pero también con una rentabilidad más limitada.

  • Ventajas:
    • Mayor seguridad frente a caídas bruscas del mercado.
    • Ideal para quienes están cerca de la jubilación.
  • Inconvenientes:
    • Rentabilidad más baja, especialmente en entornos de tipos bajos.

¿Quién lo elegiría?

  • María: a pocos años de jubilarse, necesita proteger lo que ya ha acumulado. Prefiere dormir tranquila, aunque gane menos.
  • Javier: podría usarlo como complemento en los últimos años para reducir riesgo.
  • Laura: no lo necesita ahora, pero lo incorporará más adelante para equilibrar su cartera.


Planes de renta variable

Un plan de renta variable invierte en instrumentos financieros, como las acciones, cuya rentabilidad cuyo rendimiento no está garantizado y puede fluctuar según la evolución del mercado y la empresa.. Esto implica que su valor puede subir mucho… o bajar. Son planes con más riesgo, pero también con mayor potencial de rentabilidad si se mantienen a largo plazo.

  • Ventajas:
    • Posibilidad de obtener rentabilidades superiores en horizontes largos.
    • Ideal para quienes buscan maximizar su ahorro.
  • Inconvenientes:
    • Alta volatilidad; no es adecuado si necesita el dinero pronto.

¿Quién lo elegiría?

  • Laura: con más de 30 años por delante, puede asumir altibajos y aprovechar el crecimiento.
  • Javier: podría destinar una parte de su ahorro a renta variable para aumentar rentabilidad.
  • María: no es recomendable para ella, porque no tiene tiempo para recuperarse de caídas.

 

Planes mixtos

Un plan mixto combina renta fija y renta variable en distintas proporciones. Es como tener un pie en la seguridad y otro en el crecimiento. Cuanto mayor sea el peso de la renta variable, más riesgo y más potencial de rentabilidad.

  • Ventajas:
    • Diversificación: reduce riesgo sin renunciar del todo a la rentabilidad.
    • Se adapta a perfiles intermedios y a quienes buscan equilibrio.
  • Inconvenientes:
    • Ni tan estable como la renta fija ni con tanto potencial como la variable.

¿Quién lo elegiría?

  • Javier: es el ejemplo perfecto. Con 20 años por delante, un plan mixto le permite crecer sin perder el sueño.
  • María: podría elegir un mixto conservador para ganar algo más que con renta fija, sin asumir grandes riesgos.
  • Laura: puede empezar con un mixto dinámico y, con el tiempo, pasar a uno más agresivo.

 

🤔
Por qué es el más común los planes mixtos son elegidos por muchas personas ya que la mayoría está en una situación intermedia, como Javier. No buscan el máximo riesgo, pero tampoco quieren quedarse con la rentabilidad más baja. Por eso, los planes mixtos son una opción muy popular.

 

Por qué es el más común los planes mixtos son elegidos por muchas personas ya que la mayoría está en una situación intermedia, como Javier. No buscan el máximo riesgo, pero tampoco quieren quedarse con la rentabilidad más baja. Por eso, los planes mixtos son una opción muy popular.

 

 

¿Qué tener en cuenta al elegir un plan de pensiones?

Elegir un plan de pensiones no es solo comparar nombres o rentabilidades. Es una decisión que afecta a su tranquilidad futura, por lo que conviene analizar factores clave que determinan si el plan encaja con usted. Para explicarlo mejor, vamos a usar tres perfiles ficticios que nos acompañarán en todo el análisis:

Para hacerlo más claro, seguiremos con nuestros tres perfiles:

  • María (60 años): le faltan 7 años para jubilarse, busca seguridad.
  • Javier (45 años): tiene 20 años por delante, quiere equilibrio.
  • Laura (35 años): le quedan más de 30 años, busca crecimiento.

Con ellos veremos cómo influyen los cuatro aspectos más importantes.

 

Perfil de riesgo

El perfil de riesgo indica cuánto riesgo de pérdidas puede asumir sin sentirse incómodo. No se trata de ser valiente, sino de encontrar el equilibrio entre tranquilidad y rentabilidad esperada. Este factor es clave porque determina el tipo de plan que le conviene: renta fija, renta variable o mixto.

  • María: si su plan pierde un 8% en un año, se sentiría muy nerviosa. Necesita un plan conservador, con alta presencia de renta fija.
  • Javier: acepta cierta volatilidad porque sabe que tiene tiempo para recuperarse. Un plan mixto le encaja.
  • Laura: si el mercado cae un 10%, no entra en pánico; incluso ve oportunidad para seguir aportando. Puede optar por un plan con alta exposición a renta variable.


Horizonte temporal

El horizonte temporal es el tiempo que falta hasta su jubilación, y condiciona la estrategia de inversión. Cuanto más lejos esté la meta, más margen hay para asumir riesgo y aprovechar el potencial de crecimiento.

  • María: a 7 años de jubilarse, debe proteger lo acumulado. Un plan de renta fija o mixto conservador es lo adecuado.
  • Javier: con 20 años por delante, puede mantener un plan mixto que combine renta fija y variable.
  • Laura: con más de 30 años, puede asumir volatilidad y aprovechar el potencial de crecimiento de la renta variable.


Rentabilidad histórica vs comisiones

Es habitual fijarse en la rentabilidad histórica de un plan, pero hay que tener siempre presente que rentabilidades pasadas no garantizan resultados futuros. Las comisiones, en cambio, son seguras: se aplican cada año y afectan directamente al capital acumulado. Por eso, al comparar planes, no se quede solo con la rentabilidad bruta: mire la rentabilidad neta después de comisiones.

  • María: para ella, las comisiones son críticas porque tiene poco tiempo para compensarlas. Debe buscar planes con costes bajos.
  • Javier: también debe vigilar las comisiones, pero puede equilibrar coste y potencial de rentabilidad.
  • Laura: aunque tiene tiempo, una comisión alta durante 30 años puede restarle miles de euros.

Flexibilidad en aportaciones

La vida cambia, y su plan debe adaptarse. La flexibilidad en las aportaciones le permite ajustar la cantidad que invierte sin penalización, algo fundamental para mantener la constancia a largo plazo.

  • María: quizá quiera hacer aportaciones extraordinarias con ahorros acumulados. Necesita un plan que lo permita.
  • Javier: valora poder aumentar aportaciones cuando reciba bonus y reducirlas en momentos de gasto familiar.
  • Laura: busca un plan que le permita empezar con poco e ir aumentando con el tiempo, sin restricciones.

 

 

 

¿Cómo valorar un plan de pensiones antes de contratarlo?

Antes de firmar, es fundamental analizar el plan con lupa. No basta con fijarse en el nombre o en la rentabilidad del último año. Estos son los puntos clave que debe revisar:

  • Nivel de riesgo (escala 1-7): Todos los planes indican su nivel de riesgo en la ficha informativa. Si es 1-2, es conservador; si es 6-7, es agresivo. Pregúntese: ¿me sentiré cómodo si el plan baja un 10% en un año?
  • Política de inversión: Compruebe si el plan invierte en renta fija, variable o una combinación. Esto define la volatilidad y el potencial de rentabilidad.
  • Comisiones: Revise la comisión de gestión y la de depósito. Una diferencia de unas décimas puede suponer miles de euros menos en su ahorro final.
  • Rentabilidad histórica: Analice el comportamiento a 3, 5 y 10 años. No es garantía de futuro, pero muestra cómo se ha comportado en distintos escenarios.
  • Flexibilidad y liquidez: ¿Permite aportaciones extraordinarias? ¿Puede modificar la periodicidad? ¿Cuándo podrá rescatar el dinero? Desde 2025, se podrán recuperar aportaciones con más de 10 años de antigüedad.

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Ventajas fiscales de los planes de pensiones

Una de las razones más potentes para contratar un plan de pensiones son sus beneficios fiscales. En España, las aportaciones reducen la base imponible del IRPF, lo que significa pagar menos impuestos hoy.

  • Planes individuales: puede aportar hasta 1.500 € al año y deducir esa cantidad en su declaración.
  • Planes de empleo: permiten aportaciones adicionales, pero están pensados para colectivos o empresas.

¿Cómo funciona en la práctica?
Si aporta 1.500 € y su tipo marginal es del 30%, se ahorra 450 € en impuestos ese año.