La jubilación es un momento clave para todos, más cuando nuestra esperanza de vida sube, podemos disfrutar más de nuestro retiro laboral y se prevé que la cuantía de las pensiones públicas serán inferiores con respecto a lo cotizado. Una muestra clara la tenemos en la paga extraordinaria de Navidad del 2017 que, casi agotado el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, se ha financiado con un crédito extraordinario de 11.000 millones de euros.
Este ejemplo muestra que la viabilidad del sistema está garantizada, pero sí sabemos que vamos a tener que cotizar más y durante más tiempo y con limitaciones en las revalorizaciones de las pensiones; es decir, es más necesario que nunca complementar nuestra pensión. Pero para esto, hay que realizar una correcta planificación y evitar errores. Estos son algunos de los que deberíamos evitar.
Aunque sea una parte fundamental de nuestros ingresos futuros, la pensión pública puede que no sea suficiente para cumplir con todas tus necesidades y puedas disfrutar plenamente de la jubilación. Gracias al capital o renta que puedas lograr con tus aportaciones periódicas a un plan de pensiones u otro tipo de productos análogos y, sobre todo, a la rentabilidad a largo plazo que puedes obtener, podrás complementar tus ingresos y mantener tu nivel de vida tras tu jubilación.
Aunque las circunstancias de tu vida personal y laboral puedan cambiar, puedes y debes calcular cuál será tu pensión futura como punto de arranque para conocer qué es lo que recibirás. El programa de auto cálculo de la pensión de la Seguridad Social nos permite hacer una aproximación a nuestra pensión pública, punto de partida para hacer la segunda parte del cálculo, ver cuáles serán nuestras necesidades.
La diferencia entre lo que creamos que vamos a necesitar y lo que vamos a recibir lo podremos compensar con lo que ahorremos e invirtamos en productos para nuestra jubilación.
La renta o capital que consigamos a la hora de jubilación será resultado del dinero aportado y de las ganancias que consigamos. Cuánto antes empecemos, menos esfuerzo podemos dedicar año a año y mayores serán las ganancias que se puedan lograr en el largo plazo.
Otra de las ventajas de empezar pronto a planificar tu jubilación es que puedes apostar por productos de mayor riesgo, como planes de pensiones de renta variable. Además, cuando tienes un plazo largo de inversión puedes compensar los ciclos negativos con los positivos. Por contra, en el corto plazo, las rentabilidades son menores, el tiempo para resarcirnos de las pérdidas es mucho menor y, por consiguiente, deberemos apostar por productos más conservadores.
Una de las grandes ventajas de productos como los planes de pensiones está en poder cambiar de producto sin tributar por ello. Así puedes empezar con inversiones en renta variable si te quedan muchos años para llegar a la jubilación y reducir según pase el tiempo el riesgo de producto pasando a inversión cada vez más segura. Existe una amplia gama de productos en el mercado a la que puedes adecuarte según tu perfil de riesgo y circunstancias.
Planifica tu futuro con el plan de pensiones que te permite adaptar tus aportaciones.