Un incendio puede poner en peligro nuestra vida, la de nuestra familia e, incluso, la de terceras personas. Además, puede provocar distintos tipos de pérdidas materiales y económicas que, afortunadamente, se pueden cubrir con un buen seguro de hogar. Veamos cuáles son las principales.
Un incendio puede dañar gravemente el continente, incluso puede requerir la evacuación. En los casos más graves puede declararse la ruina. El impacto en nuestras finanzas personales sería mayor en la medida en que esa vivienda represente una proporción elevada de nuestro patrimonio.
Un incendio puede propagarse más allá de los límites de nuestra vivienda. Si ocasiona daños personales o materiales a terceros y se determina que nosotros hemos tenido alguna culpa, nos veremos obligados a indemnizarlos.
El contenido de la vivienda también tiene un valor y, dentro de él, los muebles tienen un protagonismo importante. Lo mismo pasa con otros elementos como ropa, electrodomésticos, alimentos, etc.
Es probable que tengamos en la vivienda documentación personal o profesional que se vea afectada por el incendio. En algunos casos, no se pueden hacer copias o duplicados que nos permitan evitar la pérdida.
Un incendio puede afectar de forma importante a las relaciones entre los habitantes del inmueble afectado, provocando reproches, discusiones o incluso costosos conflictos judiciales entre vecinos, especialmente si el incendio ha afectado a la estructura del edificio. Con un buen seguro de hogar, en principio, las disputas podrían subsanarse, pues los daños a terceros quedarían cubiertos en la póliza.
Bien sea porque se declare la ruina, porque haya que evacuar transitoriamente la vivienda, porque haya que realizar obras complejas o por otros motivos es frecuente que haya que salir de la vivienda. Si no disponemos de otra, deberemos buscar y costear una solución.
El incendio requerirá muchos trámites administrativos y, posiblemente, judiciales, lo que requerirá un esfuerzo por nuestra parte. Otra posibilidad es contratar los servicios de un gestor administrativo.
Un incendio puede ser una tragedia personal que nos afecte en muchos planos. Asegurar nuestra vivienda y mantener actualizado nuestro seguro es la mejor manera de minimizar los daños.