El Mercado Alternativo Bursátil (MAB) nació como una vía para que las pequeñas y medianas empresas (PYMES) puedan acceder al mercado de valores sin las exigencias y costos de la bolsa tradicional. A lo largo de los años, ha sido una opción clave para compañías en crecimiento que buscan financiación, credibilidad y mayor exposición ante inversores. Su flexibilidad y regulación adaptada lo convierten en una opción atractiva dentro del mundo financiero.
Sin embargo, el MAB no solo interesa a las empresas, sino también a inversores que ven en este mercado una oportunidad para apostar por proyectos innovadores con potencial de expansión. Claro, no todo es color de rosa: la inversión en este tipo de mercado tiene sus riesgos, y entender cómo funciona es esencial antes de dar el paso.
El Mercado Alternativo Bursátil (MAB) es una plataforma financiera diseñada para facilitar el acceso a financiación de pequeñas y medianas empresas (pymes) que buscan expandirse y crecer. A diferencia del mercado continuo, el MAB ofrece un entorno más flexible, con menos requisitos de acceso y una regulación adaptada a las necesidades de empresas con menor capitalización.
Este mercado permite a las compañías captar recursos mediante la emisión de acciones y otros instrumentos financieros, atrayendo tanto a inversores privados como a institucionales. Su funcionamiento es similar al de la bolsa tradicional, pero con procesos simplificados que facilitan la incorporación de nuevas empresas.
El MAB está gestionado por Bolsas y Mercados Españoles (BME) y supervisado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), lo que garantiza un marco de transparencia y seguridad para los participantes. Además, ofrece distintas modalidades de negociación, adaptadas a las características de las empresas cotizantes.
El objetivo principal del MAB es facilitar el acceso de las empresas a capital privado e institucional mediante la emisión de acciones y otros valores negociables. Esto les permite obtener financiación para expandirse, innovar y mejorar su competitividad en el mercado. Además, el MAB ha contribuido al desarrollo económico y la creación de empleo, al permitir que compañías emergentes con alto potencial de crecimiento accedan a los recursos necesarios para llevar a cabo sus proyectos.
Desde su creación, el MAB ha evolucionado y, en 2020, fue renombrado como BME Growth, aunque el término MAB sigue siendo ampliamente utilizado. Su regulación y supervisión están a cargo de Bolsas y Mercados Españoles (BME) y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), garantizando un entorno seguro y transparente para empresas e inversores.
El MAB es un entorno pensado tanto para empresas emergentes como para inversores que buscan oportunidades de crecimiento.
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Las empresas que cotizan en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) suelen ser pequeñas y medianas compañías con gran potencial de crecimiento que buscan financiación para expandirse. Este mercado ofrece un acceso más flexible al capital, permitiendo a las empresas captar inversión sin los requisitos estrictos del mercado continuo, facilitando su desarrollo y consolidación.
Además de las pymes, también pueden cotizar en el MAB socimis, enfocadas en la inversión inmobiliaria, y vehículos de inversión especializados, como fondos de capital riesgo y empresas innovadoras. La participación en este mercado no solo proporciona financiación, sino también mayor visibilidad y credibilidad, factores clave para su crecimiento.
El MAB atrae a inversores institucionales y particulares que buscan diversificar su cartera con empresas en crecimiento. Aunque ofrece oportunidades interesantes, también conlleva riesgos, ya que las compañías cotizantes suelen tener menor estabilidad que las grandes corporaciones de la bolsa tradicional. Por ello, es un mercado ideal para quienes tienen un perfil de inversión más dinámico y están dispuestos a asumir cierto nivel de incertidumbre a cambio de posibles rentabilidades atractivas.
El Mercado Alternativo Bursátil (MAB) se diferencia de la bolsa tradicional por estar orientado a empresas de menor tamaño con potencial de crecimiento que buscan financiación de manera más accesible. Su estructura facilita la captación de inversión sin los estrictos requisitos del mercado continuo, permitiendo una mayor flexibilidad en el proceso de cotización.
Para cotizar en el MAB, las empresas deben cumplir ciertos requisitos, como presentar cuentas auditadas, contar con un plan de negocio sólido y disponer de un asesor registrado, quien supervisa su actividad en el mercado. También deben designar un Proveedor de Liquidez que a su vez es miembro de este mercado. La principal función del proveedor de liquidez es favorecer la liquidez de las transacciones y conseguir una suficiente frecuencia de contratación, obligándose a mantener posiciones de oferta y demanda por un importe efectivo mínimo que habrán de mantenerse durante la sesión. El Proveedor de Liquidez actuará con total independencia respecto a la empresa, sin que pueda recibir instrucciones sobre las operaciones que ejecute en el mercado. Esto garantiza un cierto nivel de transparencia y confianza para los inversores.
El MAB está gestionado por Bolsas y Mercados Españoles (BME) y supervisado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Aunque su marco normativo es más flexible, sigue existiendo un control para asegurar un entorno seguro para empresas e inversores.
A diferencia del mercado continuo, el MAB se centra en compañías con menor capitalización, lo que implica requisitos más accesibles pero también un mayor riesgo debido a la volatilidad de las empresas cotizantes. Es una alternativa ideal para aquellas compañías que buscan financiación sin pasar por las estrictas exigencias de los mercados tradicionales.
El MAB puede ser una gran oportunidad tanto para empresas como para inversores, pero también presenta ciertos desafíos.
Las compañías que cotizan en el MAB pueden acceder a financiación sin necesidad de recurrir a préstamos bancarios, lo que les permite obtener capital para expandirse sin aumentar su nivel de endeudamiento. Además, cotizar en este mercado les otorga mayor visibilidad y prestigio, lo que puede facilitar futuras rondas de inversión y mejorar su posicionamiento en el sector. Otro aspecto clave es la flexibilidad regulatoria, ya que el MAB tiene requisitos de acceso más accesibles que el mercado continuo, lo que facilita la incorporación de nuevas empresas.
Para los inversores, el MAB ofrece oportunidades de inversión en empresas con gran potencial de crecimiento, lo que puede traducirse en una mayor rentabilidad en comparación con mercados más consolidados. Sin embargo, también implica una volatilidad considerable, ya que las compañías cotizantes suelen ser más pequeñas y pueden experimentar fluctuaciones bruscas en su valor. Otro riesgo importante es el riesgo de liquidez, dado que los valores negociados en el MAB pueden tener menos demanda que los del mercado tradicional, lo que dificulta la venta de acciones en determinados momentos.
Para invertir en el MAB, es necesario hacerlo a través de un intermediario financiero, como un bróker o una entidad bancaria, que facilite la compra y venta de acciones en este mercado. Antes de realizar cualquier inversión, es fundamental abrir una cuenta de valores, que permitirá operar en el mercado y gestionar los activos adquiridos.
Además, es clave analizar la empresa en la que se desea invertir, evaluando su modelo de negocio, su situación financiera y sus perspectivas de crecimiento. Dado que las compañías que cotizan en el MAB suelen ser de menor tamaño y con mayor volatilidad, es recomendable estudiar su evolución y los riesgos asociados antes de tomar una decisión
La Web del BME Growth (como se denomina actualmente el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) proporciona información detallada sobre las empresas cotizantes, permitiendo a inversores y analistas evaluar su evolución y situación financiera.
Entre los datos disponibles se encuentran los estados financieros y auditorías, fundamentales para conocer la salud económica de cada compañía. También se puede consultar la evolución del precio de las acciones, lo que facilita el seguimiento de su rendimiento en el mercado.
Además, la plataforma ofrece noticias y comunicados relevantes, donde las empresas publican información clave sobre su actividad, cambios estratégicos y eventos que puedan afectar su cotización. Esta transparencia es esencial para que los inversores tomen decisiones informadas.
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