Una de las principales coberturas que tienen todos los seguros es la responsabilidad civil, es decir, todos los daños que una persona pueda haber ocasionado a otra, haya sido de forma deliberada o involuntaria.
Aunque no sea un seguro en sí mismo, sí que es una cobertura que está recogida en la mayoría de las pólizas de seguros en España, como el seguro de automóvil o el seguro de hogar. De hecho, en algunos casos, es obligatoria, por lo que su penetración es superior a la de otro tipo de seguros.
La responsabilidad civil es una obligación recogida en el artículo 1902 del Código Civil, que dice lo siguiente: “El que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia, está obligado a reparar el daño causado”. La normativa es clara en este aspecto. Exige a todas las personas responder por sí mismas o por aquellas de quienes se deba responder, como hijos, menores tutelados, empleados de una empresa, etc.
En general, existen una serie de condiciones para que se pueda considerar que existe responsabilidad civil:
La responsabilidad civil suele suponer, en primera instancia, una indemnización económica de quien haya ocasionado el daño a quien lo haya sufrido. Y, en última instancia, si hay algún tipo de disconformidad, un enfrentamiento judicial en tribunales.
Los seguros de responsabilidad civil son aquellas pólizas entre cuyas coberturas figuran los daños causados a terceros por acción u omisión con culpa o negligencia contrastada. Su utilidad está fuera de toda duda, ya que el daño que se podría ocasionar en ciertas circunstancias podría ser inasumible económicamente para la persona que lo provoca.
Entre los seguros de responsabilidad civil más conocidos está el de automóvil con cobertura a terceros, que trata de compensar económicamente al vehículo siniestrado en caso de que la culpa sea nuestra. También está contemplada en los seguros multirriesgo de un negocio, que cubren determinadas contingencias específicas de esa empresa.
Las coberturas de un seguro de responsabilidad civil depende del tipo de póliza del que hablemos:
Tanto si estás obligado a contratar un seguro de responsabilidad civil como si no, es una póliza muy recomendable. Los daños ocasionados a terceros pueden dar pie a una indemnización económica o incluso a un enfrentamiento judicial si ambas partes no consiguen llegar a un acuerdo.
El problema es que este tipo de siniestros pueden dar lugar a indemnizaciones cuantiosas que afecten de manera grave a su patrimonio. Por eso, el seguro de responsabilidad civil actúa como un escudo económico que protege al asegurado, brindándole tranquilidad y mitigando el impacto económico de estas reclamaciones.
Además, en la mayoría de los casos, estas coberturas disponen de asistencia jurídica, de manera que te ayudará en caso de que tengas que asistir a un litigio. Y, por si fuera poco, es un elemento que transmite tranquilidad a tus clientes, con una imagen mucho más seria y competente.
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