Cinco formas de enseñar a tus hijos el valor del dinero

La educación financiera tiene cada vez más peso en nuestro país. La crisis económica dejó ver a las claras cuánta carencia teníamos de ella, lo que ha dado lugar a que poco a poco vaya ocupando cada vez más espacio, tanto en los colegios como en el hogar.

Y es precisamente en el hogar donde tiene más importancia si cabe, ya que los niños son como esponjas que absorben todos los comportamientos y costumbres que ven a sus mayores. Por eso, es esencial educarles con el fin de que el día de mañana sepan gestionar adecuadamente sus finanzas. Y para ello es imprescindible que aprendan​ el valor que tiene el dinero.

Evidentemente, el valor financiero del dinero depende los tipos de cambio, de la inflación, etc, y no se trata de explicar conceptos tan abstractos a los niños. Se trata de enseñarles el valor personal y el significado que tiene para la vida cotidiana, y en ese aspecto, hay muchas formas de ir adentrándoles en lo qué es el dinero​. Vamos a ver cuáles son las más adecuadas.

​Aprender a valorar el dinero jugando

Jugar es aprender. Cada vez más expertos en educación reconocen la necesidad de que los niños jueguen para que den rienda suelta a su creatividad y puedan desarrollarse por sí mismos como personas que saben actuar con sus propias ideas y pensamientos. Por ello, jugar es también una buena manera de que aprendan lo que vale el dinero.

Y para ello, hay diversos juegos clásicos que sirven muy bien. Uno de los más famosos es el Monopoly, donde hay que aprender a gestionar un patrimonio inmobiliario y que tiene, además, billetes de mentira, algo que les hará más entretenida la labor. El Monopoly se dirige a niños a partir de 8 o 10 años.

Por ello, para los más infantes se pueden inventar juegos con materiales como la plastilina y recrear una tienda, por ejemplo, animándoles a que también fabriquen dinero y puedan comprar y vender en una frutería o carnicería ficticia. Además, tendrán que poner los precios y tener una cantidad de dinero limitada para adquirir productos. Un juego sencillo pero muy eficaz para que aprendan a manejar el dinero.

​La hucha, el clásico infalible

Durante nuestra infancia, la mayoría tuvimos una hucha en la que íbamos ahorrando poco a poco para luego poder comprarnos algo que nos gustara, normalmente juguetes o chucherías. Si bien este objeto cada vez está más en desuso, ya que la tecnología ha copado todos los ámbitos y también se ha bancarizado casi por completo la sociedad.

Ahora es más común abrir una cuenta corriente a los niños desde bien pequeños para ir ahorrando nosotros por ellos ahí. Sin embargo, esto por sí solo no basta para educar a los niños en la importancia del valor del dinero, por lo que la hucha es el complemento perfecto, ya que ahí es donde ellos mismos irán ahorrando el dinero de sus pagas o regalos de sus abuelos u otros familiares.

Así que regálales una hucha y enséñales su función y su importancia. También se puede plantear en forma de reto o juego: hasta que la hucha no alcance determinada cantidad no se podrá vaciar para comprar el objetivo de ese ahorro. Y para que no hagan trampas, cómprala de las que sólo se pueden abrir si se rompen.

​A la compra todos juntos

Normalmente, son los papás los que se encargan de ir al súper a llenar la nevera y dejan a los niños en casa o en el colegio para evitarles esa “tediosa tarea”. Algo que es un error, porque llevándoles a la compra aprenderán a llenar el carrito ajustándose a un presupuesto determinado, a observar los diferentes precios, a conocer las ofertas y descuentos, etc.

Para que se impliquen en la tarea, hay que darles una función durante la compra, como dejarles una cantidad determinada del dinero que se lleve para que ellos se encarguen de una parte de la compra -las galletas y dulces serán los que mejor se les dé-. Además, también es bueno que participen en la elaboración de la lista de la compra ajustándose al presupuesto disponible. Involúcrales en las tareas cotidianas para que sean capaces de hacerlas por ellos mismos cuando llegue el momento.

​De rebajas, ¿por qué no?

En la misma línea, también es conveniente que conozcan lo que son los periodos de rebajas -aunque ahora los tenemos casi todo el año- y que vayan también esos días a comprar lo que se necesite. Es importante inculcarles la costumbre de ahorrar para las rebajas y que aprendan a comprar determinados productos en estas fechas, para que así puedan gastar y ahorrar a la vez.

​Y, sobre todo, da ejemplo

Por último, y lo más importante, es que prediquemos con el ejemplo y nos impliquemos en la tarea igual que los pequeños. Si ven que en casa se derrocha o no se toma en cuenta la importancia real del dinero, por muchos juegos e inventos que hagamos, no servirá de nada. Como decíamos al principio, los niños aprenden por imitación, por lo que es fundamental que nos vean hacer eso que les queremos enseñar para que se les quede realmente grabado.

Si compras una hucha para ellos, compra otra para ti. Si vas de rebajas con ellos para que compren sus cosas, haz lo mismo con las tuyas y déjate de caprichos innecesarios. Que no vean que en casa no se le da valor al dinero, sino todo lo contrario, pues será de la única forma en la que realmente entiendan qué es el dinero y para qué sirve.