Dependiendo del tipo de trabajo, el régimen de cotización a la Seguridad Social varía
El régimen de cotización a la Seguridad Social influye de forma fundamental en nuestra pensión futura. Un trabajador por cuenta ajena (asalariado) puede obtener con un menor esfuerzo económico una base de cotización más alta que lleve a poder conseguir una pensión por jubilación más elevada. Por ejemplo, para una base de cotización de un asalariado de 1.800 euros, este pagaría unos 113 euros a la Seguridad Social, mientas que el esfuerzo del autónomo para esta misma base la elevaría hasta los 547 euros: casi cinco veces más, si se cubren todas las prestaciones.
Esta diferencia se explica porque la mayor parte de las cotizaciones sociales del trabajador por cuenta ajena las paga el empresario, mientras que el autónomo paga la totalidad de las suyas. Esto lleva en la práctica a que los autónomos coticen de forma general muy por debajo que los asalariados, consiguiendo con ello unas pensiones públicas mucho más bajas.
Es bastante normal que el autónomo joven cotice por lo mínimo y que, cuando se acerca la edad de jubilación, eleve su cotización.
Si tenemos en cuenta que hay que mantener el esfuerzo durante 15 años, supondría realizar un desembolso de 29.700 euros, que sería aún mayor si a lo largo de los próximos años sube la base de cálculo a los 20 años por ejemplo. Por todo ello, debe ser de obligado cumplimiento para el autónomo sopesar si dedica todo el esfuerzo financiero que pueda a elevar su pensión pública, o decide hacerlo de forma mixta y distribuirlo con sistemas de previsión privado.
Calcula tu pensión futura en tres pasos. Conoce el importe mensual que necesitarás cuando te jubiles en dos tramos: cuál quedaría cubierto por la Seguridad Social según tu situación, y cual no.