¿Qué es la capitalización compuesta y por qué Einstein dijo que era la fuerza más poderosa del mundo?
Albert Einstein ha sido, sin duda, una de las mentes más brillantes de la historia de la humanidad. Su famosa teoría de la relatividad supuso un antes y un después en la física moderna. Hasta tal punto fue revolucionaria su teoría que la propia Academia Sueca de las Ciencias le concedió el Premio Nobel de Física por el descubrimiento de la ley del efecto fotoeléctrico, y no por la teoría de la relatividad, pues el físico que tuvo que evaluarla nunca llegó a entenderla, y temieron correr el riesgo de que con el tiempon alguien demostrara que era errónea.
Sin embargo, una de sus frases más celebres no está relacionada con el mundo de la física, sino con el de la economía: la capitalización compuesta es la fuerza más poderosa de la naturaleza. Si el que posiblemente sea el físico más conocido e importante del siglo XX pronunció esta afirmación, por algo será. Enseguida verás por qué.
¿En qué consiste la capitalización compuesta?
Seguro que alguna vez te has planteado: ¿cuánto dinero tendré cuando acabe mi depósito con un interés del 3%? La respuesta es muy sencilla si aplicamos una sencilla fórmula matemática conocida como capitalización simple: por cada 1.000 euros invertidos anualmente, ganaré 30, que utilizaré para gastarlo en aquello que considere oportuno, previo paso por Hacienda. Sin embargo, la capitalización compuesta utiliza los intereses obtenidos para invertirlos y generar nuevos intereses. Es decir, cada año, los 30 euros obtenidos en el depósito al 3% pasarán a formar parte del depósito (se capitalizarán), y devengarán nuevos intereses.
Así, por ejemplo, para el ejemplo anterior, obtendremos los siguientes intereses:
Año | Capital inicial | Intereses | Capital final |
---|---|---|---|
1 | 1.000,00 euros | 30,00 euros | 1.030,00 euros |
2 | 1.030,00 euros | 30,90 euros | 1.060,90 euros |
3 | 1.060,90 euros | 31,83 euros | 1.092,73 euros |
4 | 1.092,73 euros | 32,78 euros | 1.125,51 euros |
5 | 1.125,51 euros | 33,76 euros | 1.159,27 euros |
Y así sucesivamente. Al final del quinto año, la capitalización compuesta arrojará un resultado 3,76 euros mayor al de la capitalización simple, y cada año irá creciendo cada vez más. Cuanto mayor sea el capital invertido y mayor el horizonte en el que se deja el capital generando intereses, mayores serán las diferencias. Aunque la fórmula de cálculo es bastante complicada a priori, se pueden utilizar métodos sencillos como la regla del 72, que nos dice cuánto tiempo necesitamos para duplicar nuestro capital si utilizamos la fórmula del interés compuesto.
¿Por qué es una fuerza tan poderosa?
La capitalización compuesta está más presente en nuestras vidas de lo que pensamos. Se puede utilizar no solo en los productos de renta fija como los depósitos y los bonos del estado, sino en cualquier otro instrumento en los que se capitalicen los rendimientos obtenidos.
Este es el caso de fondos de inversión de acumulación, que utilizan los dividendos devengados por las empresas para acumular más patrimonio al fondo, o el caso de aquel inversor que decide reinvertir los dividendos que distribuye una compañía en la compra de más acciones. De hecho, cada vez son más los inversores que siguen una estrategia a largo plazo basada en la búsqueda de compañías que distribuyan sus beneficios, con el fin de obtener una renta cada vez mayor conforme se vayan reinvirtiendo.
Siguiendo esta estrategia, con una inversión de 10.000 euros que nos diese un 5% todos los años, doblaríamos nuestra inversión en menos de 15 años, la triplicaríamos en poco más de 22, se cuadruplicaría en apenas 28 y se quintuplicaría en 33. Así que parece que Einstein tenía razón; la capitalización compuesta es una de las fuerzas más poderosas que existen.