¿Tiene efectos la primavera sobre la economía?

​Hay un dicho popular que dice que la primavera la sangre altera, por sus efectos sobre el estado de ánimo de las personas. Hay más horas de luz, mejora la meteorología y esto nos ayuda a estar más animados y activos, pero no son los únicos efectos de esta estación del año.

La primavera también tiene efectos sobre la economía, dado que la mejora generalizada del estado de ánimo de las personas afecta positivamente a la productividad de los negocios; la mejora de la meteorología tiene efectos positivos sobre la agricultura y, por tanto, sobre los precios de los alimentos que vienen del campo; y un mejor tiempo, anima el turismo.

Más productividad en primavera

En primavera, se incrementan las horas de luz diarias y mejora la meteorología, lo que anima a mucha gente a moverse y salir más de casa. Esto afecta positivamente a la salud, al generar lo que se conoce como la “hormona de la felicidad”, la serotonina, y tiene un consiguiente impacto positivo sobre la productividad en el trabajo. Una mayor productividad es siempre bienvenida por cualquier empresa y, por extensión, por la economía del país, que acumulará mejores resultados si el conjunto de trabajadores rinde mejor.

Esta mejora del ánimo, además, ayuda a iniciar nuevos proyectos y propuestas, como las relacionadas con el ahorro personal y nuestras finanzas. Eso sí, siempre cuidando evitar caer en situaciones de euforia que lleven a unas expectativas demasiado altas, con metas que acaben siendo difíciles de lograr.

El impacto de la primavera sobre los precios de los productos agrícolas

La primavera es una estación del año muy importante para la agricultura. Al ser predominante el tiempo inestable y con cambios de temperatura, extremos algunos cultivos pueden verse afectados negativamente si estos son demasiado y, por extensión, tener un impacto sobre la economía.

Por ejemplo, si llueve demasiado, los productores de garbanzos, girasol y patata, entre otros productos de la agricultura española que se siembran en primavera, pueden sufrir las consecuencias negativas de un exceso de agua que podría “limpiar” el campo de semillas y tirar por tierra el período óptimo para la siembra.

Si esto sucede, la oferta de estos productos sería menor y, en consecuencia, según la ley de la oferta y la demanda, su precio tendería a incrementarse. Además, en el caso del girasol, al ser utilizado como materia prima en forma de aceite en numerosos productos, provocaría un incremento de coste de producción en todos aquellos que lo utilicen, que podría llevar aparejado una subida de precio para el consumidor.

El turismo aumenta en primavera

En España, el sector del turismo es uno de los más importantes de la economía. Su volumen de negocio estimado en 2015 fue de 124.000 millones de euros, lo que representa un 11,7% sobre el total del PIB español (fuente Exceltur). Con estas cifras de negocio, cualquier variación positiva, que anime a las personas a hacer más turismo, tendrá un importante efecto sobre la economía española.

En el caso de la primavera, se puede observar un impacto sobre el turismo porque es un momento en el que se realizan lo que se conoce como viajes interestaciones, es decir, es un momento del año en el que los españoles aprovechan para viajar antes de los períodos más tradicionales de vacaciones: julio y agosto, en verano, diciembre y enero, en invierno.

En primavera, caen las festividades de Semana Santa y es un momento en el que mucha gente aprovecha para viajar, bien a destinos que cierran el ciclo de invierno (viajes a la nieve), o bien buscando sol y playa, para huir del tiempo frío y húmedo invernal, predominante en muchas localidades españolas. En función del tiempo que haga y de las preferencias del viajero, se elegirá destino, dado que el sector del turismo es muy sensible a la meteorología.

Un ejemplo del impacto de la primavera en la economía del turismo se puede ver en las cifras de reservas hoteleras de los últimos años ​que publica el Instituto Nacional de Estadística​. En primavera es el momento del año en el que repuntan las reservas, situación que ayuda a desestacionalizar los ingresos del sector, que en su mayoría vienen de los viajes realizados en verano.

Como hemos visto, la primavera no sólo altera la sangre, como dice el dicho popular, sino que afecta a la economía, muchas veces, bastante más de lo que nos podíamos imaginar. De ahí la importancia que tiene que cada estación llegue en su momento y que no se produzcan situaciones anormales, en las que la primavera se adelanta y llega cuando debería ser invierno, o si se hace de rogar y se va demasiado tarde, cuando el verano debería ser protagonista del tiempo.​