¿Cómo calculo la rentabilidad de mi fondo de inversión?
¿Qué es un fondo de inversión?
Antes de ponernos manos a la obra y sacar calculadora, conviene tener algunos conceptos claros. Para comenzar digamos que un fondo de inversión no es más que la unión de muchos. Es decir, poner en práctica aquello de que “la unión hace la fuerza” solo que, en este caso, lo que se une es el dinero de muchos.
Se trata de un conjunto de inversores unen sus capitales para lograr un objetivo común: sacar el máximo partido a su dinero. Cuando yo como inversor entro en el fondo, lo hago con un montante determinado de dinero, una cantidad por la que tomo participaciones en dicho fondo y que me convierte en partícipe del mismo. Lo que en lenguaje técnico se entiende por hacer una suscripción.
El dinero de esos partícipes, el capital del fondo, lo gestiona una sociedad gestora. Esta sociedad es la que, en función de los establecido en la política de inversión del propio fondo, toma las decisiones de dónde invertir (en Bolsa, en bonos…) y la que administra el dinero para sacarle la mayor rentabilidad. Por otro lado, está la sociedad depositaria, que es la que custodia el patrimonio del fondo y la que ejerce de controlador.
Así pues, nuestro papel es el de partícipes. Entramos en el fondo aportando una cantidad por la que nos corresponderá una determinada participación. El valor de dicha participación es lo que se llama valor liquidativo, un valor que depende del número de partícipes que tenga en ese momento el fondo, así como de su patrimonio. Dicho valor, por otra parte, lo calculan a diario los fondos y tienen la obligación de hacerse público, aunque si lo queremos averiguarlo nosotros mismos, basta con dividir el patrimonio del fondo entre el número de partícipes que en ese momento tenga.
Pongamos un ejemplo, cojamos la calculadora y vamos a lo que interesa: calcular la rentabilidad de lo invertido. Para ello hay que añadir el tiempo. Lo que finalmente obtengo de mi inversión se calcula del porcentaje de variación del valor liquidativo desde que he metido mi dinero en el fondo (fecha de suscripción) y el momento en que decido retirarlo (fecha de reembolso).
De esta forma, si invierto 1.000 euros en un fondo que cuenta con otros tres partícipes que también han invertido 1.000 euros, dicho fondo tendrá un patrimonio de 4.000 euros y cada uno de los partícipes del fondo una participación de 1.000 euros. Imaginemos que, al cabo del año, la gestión que ha realizado la gestora del fondo ha convertido esos 4.000 euros iniciales en 4.500 y que sigue habiendo los mismos partícipes. De esta forma, de una manera muy simplificada, al cabo del año el valor liquidativo de mi inversión será de: 1.125 euros mientras que su rentabilidad será de 12,5 %.
Pero ¡ojo! porque en este cálculo de rentabilidad no se tiene en cuenta las comisiones de gestión, de suscripción o de reembolso que afectarán a la rentabilidad final. Comisiones que se encuentran detalladas en el folleto del fondo.
Asimismo, otra cuestión que tendremos que tener en cuenta a la hora de conocer la rentabilidad real de mi inversión en un fondo será también lo que debamos tributar por las ganancias de ese fondo, pero esto lo veremos más adelante.
En la información periódica que las entidades gestoras están obligadas a publicar sobre cada fondo (disponible en la web de la propia gestora o a través de la web de la Comisión Nacional del Mercados de Valores, www.cnvm.es) podrás encontrar información detallada del fondo, entre otras variables, sobre su rentabilidad.