Seguro para autónomos, ¿qué debe cubrir?

Mitiga los riesgos de ser autónomo

El trabajador autónomo está expuesto a riesgos que pueden poner en peligro su actividad profesional y, por tanto, su capacidad para generar ingresos. Esta situación de riesgo es la que lleva a que algunas personas renuncien al trabajo por cuenta propia y prefieran hacerlo por cuenta ajena, aunque hay soluciones que permiten mitigar este riesgo, como es el caso de los seguros para autónomos.

Los seguros para autónomos permiten cubrir determinados riesgos, a cambio del pago de una cuota mensual, llamada prima. Lo más habitual es el pago de unas coberturas básicas que cubran la incapacidad temporal laboral, las cuales se pueden complementar con otras opcionales, como son el seguro de hospitalización y el seguro dental.

Coberturas de incapacidad laboral de los seguros para autónomos

En un seguro para autónomos, el profesional debe preocuparse por todas aquellas contingencias que puedan surgir y pongan en peligro su capacidad de trabajar. Los accidentes y las enfermedades son las primeras causas de baja para el trabajador autónomo, por lo que estos deben ser los primeros riesgos que deben considerar.

Las consecuencias de un accidente o una enfermedad pueden ser temporales, impidiendo al autónomo trabajar durante un tiempo concreto, o definitivas, en caso de invalidez permanente absoluta o fallecimiento. Por eso, es importante tener en cuenta que las coberturas de incapacidad laboral de los seguros para autónomos para cubrir ambas situaciones.

En el caso de la cobertura de incapacidad temporal, el autónomo debe elegir la cantidad que quiere percibir por cada día de baja (lo que se denomina: "indemnización diaria") en el que no pueda desarrollar su actividad profesional. A mayor cantidad elegida, mayor será el coste de la prima del seguro que deberá pagar cada año, por lo que conviene ajustar y pensar una cantidad razonable que le permita salir adelante.

Además, es posible que el autónomo opte por elegir una franquicia, que viene siendo un período de días que no queda cubierto por la póliza y que, por tanto, no daría derecho a recibir indemnización. Por ejemplo, una franquicia de dos días significa que en caso de siniestro (accidente o enfermedad), el trabajador no cobraría indemnización durante los primeros dos días y sí lo haría a partir del tercero.

Coberturas opcionales de los seguros para autónomos

Además de las coberturas básicas, en un seguro para autónomos se pueden incluir coberturas adicionales para poder minimizar el riesgo de perder ingresos. Por ejemplo, el seguro dental y el de hospitalización.

El seguro dental es interesante para que el autónomo pueda acudir a un dentista con flexibilidad, pudiendo adaptarse a lo que su trabajo requiere y minimizar el gasto de cada intervención.

El seguro de hospitalización es interesante porque nunca se sabe cuándo el autónomo se puede necesitar acudir a un hospital. Además, la diferencia entre poder elegir un buen centro o no, puede influir, en la calidad del trato recibido y en los plazos de recuperación. Como para el autónomo cada día sin trabajar es un lujo, contar con una red de centros de hospitalización por si se necesitan, siempre es una buena noticia.

En cualquier caso, las coberturas que debe tener el seguro de un trabajador autónomo tienen que ser elegidas por el propio trabajador, en función de sus necesidades y de su situación particular. Cuantas más coberturas, mayor prima tendrá que pagar. Por ello, desde Nationale-Nederlanden queremos darte el mejor asesoramiento, contacta con nosotros para lo que necesites.