Cinco opciones de financiación para pymes y autónomos

​El día a día de cualquier negocio no está exento de obstáculos. En casi todos los casos influye la liquidez que la empresa pueda tener en un momento determinado y, sin embargo, es un aspecto al que normalmente no se le suele dar demasiada importancia. Es una realidad que España es un país cuyas empresas son excesivamente dependientes del crédito bancario. Hasta el 70% de la financiación actual proviene de las entidades financieras, un porcentaje que nos sitúa muy por encima de los países de nuestro entorno y, especialmente, de los anglosajones, donde tan solo el 30% de la financiación se obtiene por esta vía.

La consolidación de las nuevas tecnologías ha cambiado el paradigma de la financiación, y ha abierto nuevas vías de obtención de liquidez para pymes y autónomos. Todas ellas tienen un patrón común: haber nacido al calor de las nuevas tecnologías y alejadas de los canales tradicionales. Estas son cinco de las más importantes.

Crowdfunding

El micromecenazgo, más conocido como crowdfunding, es la vía de financiación que más ha crecido en los últimos años. Su funcionamiento se basa en microdonaciones de personas que van aportando su dinero a un proyecto concreto. Al calor de esta forma de financiación han nacido plataformas como Verkami o Kickstarter donde los emprendedores pueden subir sus ideas y establecer un objetivo de financiación y las personas interesadas donan parte de sus ahorros para que el proyecto se materialice. 

Crowdlending

Los préstamos entre particulares tienen un funcionamiento similar al de la banca tradicional. Normalmente, una serie de intermediarios ponen en contacto a aquellos agentes con exceso de ahorros con aquellos que necesitan obtener financiación a cambio del pago de un interés de los primeros a los segundos. Plataformas como  MyTripleA han hecho posible esta novedosa forma de intermediación ajena a los bancos, pero basándose en su funcionamiento tradicional.

Family, Fools and Friends

Aunque las tres F´s de la financiación no sea un método novedoso ni realmente dependiente de las nuevas tecnologías, en España sí se han extendido en los últimos años aprovechando el potencial de los nuevos canales sociales. Y es que no hay entorno más implicado con la actividad del emprendedor que el más cercano: la familia y los amigos, aunque en la expresión anglosajona también se añade a los tontos (fools). De hecho, en esta cultura, son los primeros financiadores de nuestro negocio, ya que es una forma sencilla, segura, flexible y la que da mayor margen de seguridad.

Capital Riesgo

La reducida exposición de las empresas anglosajonas a la financiación bancaria se explica, en buena medida, por la existencia y desarrollo de la industria de capital riesgo. Son fuentes de financiación dirigidas especialmente a pymes, que buscan empresas pequeñas con un elevado potencial de crecimiento para resarcir a inversores que esperan obtener una rentabilidad elevada por su capital. El objetivo final de las sociedades de capital riesgo es buscar participar en las decisiones y el control de la compañía.

Sociedades de Garantía Recíproca

Todos los métodos citados anteriormente se utilizan para obtener liquidez. Sin embargo, también existen otras sociedades y entidades que ayudan a obtener financiación. Este es el caso de las sociedades de garantía recíproca (SGR), entidades financieras que estudian cada plan de negocio y aportan los avales que las empresas necesitan para garantizar su solvencia de cara a la concesión de un préstamo. Cada comunidad autónoma en España tiene su propia SGR e, incluso, las hay también sectoriales que apuntalan sectores estratégicos de la economía.

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