¿Cuándo conviene solicitar un préstamo rápido?

Dinero rápido, fácil y sin complicaciones. Así se suelen presentar los llamados préstamos rápidos, que no son más que aquellos créditos que se conceden por una cifra pequeña de dinero, de los 100 a los 10.000 euros, que no exigen apenas papeleo ni trámites y que se contratan casi de forma automática; en una hora puedes tener el dinero ingresado en tu cuenta.

El único requisito que se debe cumplir para poder solicitar uno de estos préstamos es no estar inscrito en el registro de morosos porque cuando decimos que no requieren papeleo, es que no nos exigirán ni una nómina ni un aval que garantice ningún tipo de garantía. A cambio de tan pocas exigencias y tanta rapidez, deberemos pagar unos intereses muy superiores a los de cualquier otro tipo de préstamo.

En realidad, ¿necesitamos un préstamo rápido?

Así que, antes de pedir un préstamo rápido, es recomendable hacerse una serie de preguntas para saber si es aconsejable o no solicitarlo. La primera es si lo necesitamos realmente. Pagar una derrama o hacer frente a unos gastos médicos no es lo mismo que comprarse un televisor nuevo. Puede que para adquirir el televisor no sea mala idea el esperar un tiempo y ahorrar algo para poder pagarlo en efectivo sin tener que hacer frente a un sobrecoste que, en muchas ocasiones, puede llegar a resultar bastante oneroso. Igualmente, conviene plantearse en cuánto tiempo podremos devolver el dinero. Si nuestra necesidad es puntual y sabemos que dentro de poco tendremos unos ingresos extra con los que devolver el crédito no tiene porqué ser mala idea recurrir a un crédito rápido por un dinero que necesitamos con urgencia. 

¿Y cuánto nos costará?

Lo primero en lo que conviene fijarse al contratar uno de estos préstamos es en la TAE, porque ésta será muy superior a la de cualquier otro tipo de crédito. Es probable que no baje del 20% e incluso no es extraño que supere el 25%. Es recomendable fijarse en lo que nos cobrará la entidad por prestarnos el dinero antes de dar el sí quiero a un préstamo rápido, que suele estar entre los 0,7 céntimos hasta los 4,6 euros al día.

Por ejemplo, solicitamos un préstamo rápido de 1.500 euros para pagar una derrama inesperada de la comunidad de vecinos. El préstamo que nos dan ofrece una TAE del 24,5% y con 12 meses para devolverlo, finalmente acabaremos pagando 1.642 euros con una cuota mensual de 141 euros. Si tardamos más tiempo en devolverlo y reducimos la cuota mensual acabaremos pagando más; si lo devolvemos en 26 meses pagando una cuota de 73,50 euros y finalmente acabaremos pagando 1.1911 euros. Este ejemplo ha sido realizado con uno de los muchos simuladores que existen en Internet​.

Los préstamos rápidos pueden ser una buena opción cuando existe una necesidad puntual de dinero siempre y cuando sepas que vas a poder devolverlo en el tiempo estipulado. Como con cualquier otro producto, conviene informarse entre las diferentes alternativas que existen en el mercado para solicitar el crédito que mejor se adapte a nuestras necesidades o el más barato.