En tiempos de incertidumbre y fluctuaciones de mercado, es fácil caer en el pánico y tomar decisiones impulsivas. Pero ¡respira hondo! La clave de una buena inversión a largo plazo no está en reaccionar a cada movimiento de los mercados, sino en mantener la estrategia con calma y visión.
Cuando firmamos una hipoteca, muchas veces nos encontramos con una serie de productos asociados que, en teoría, nos ofrecen ventajas. Uno de los más comunes es el seguro de vida vinculado al préstamo. No es obligatorio contratarlo, pero los bancos suelen incentivar su inclusión con intereses más bajos. Y ahí está la cuestión: ¿Qué pasa si decides prescindir de este seguro? ¿Realmente supone un ahorro, o el banco compensará esa decisión con un ajuste en las condiciones de tu préstamo?