¿Espero a que bajen más los precios antes de comprar?

La deflación está en boca de todos. El descenso generalizado de los precios de los bienes de consumo parece, a priori, una buena noticia. ¿A quién no le gusta ir al mercado y ver que el precio de las patatas, de la leche o de la lechuga ha bajado? Suponemos que a nadie. Sin embargo, los economistas nos dicen que la deflación no es buena para la economía.

Una de las razones esgrimidas por los principales analistas, es que la deflación provoca un aplazamiento de las compras por parte de los consumidores. En efecto, si los consumidores perciben que los precios seguirán bajando durante los próximos meses, lo más probable es que esperen una, dos o tres semanas para comprar un producto.

Entonces, dado que en la actualidad nos encontramos en un contexto deflacionario ¿qué hago como consumidor? ¿Debo aplazar las compras para más adelante y, de este modo, conseguir el mejor precio?

Dejar las compras para más tarde, una decisión muy habitual

Hace varios días, un amigo nos decía que quería comprarse una PlayStation pero que iba a esperar a que bajase el precio puesto que en unos meses podría comprar una consola mucho más barata y, posiblemente, con unas prestaciones mucho mejores que en la actualidad.

Nuestro amigo sabe, por experiencia, que el precio de la PlayStation bajará en unos meses y, como no le importa esperar, aplaza su decisión de compra. En palabras técnicas, el valor de la PlayStation es deflacionario, en el sentido de que todos sabemos que su precio bajará con el paso del tiempo. Lo mismo sucede con otros productos de carácter duradero como los móviles, los ordenadores o, incluso, los automóviles. 

En realidad, este comportamiento del consumidor no se debe tanto a que la crisis haya provocado un descenso generalizado en el precio de todos los productos (la famosa deflación) sino que, más bien, es una consecuencia lógica del proceso de avance tecnológico en el que vivimos hoy día.

Pero, ¿podemos pensar lo mismo de las patatas o de cualquier otro producto de consumo básico y no tan duradero?

¿Dejo la compras de patatas para más tarde? Puedes consultarlo en el IPC

El Índice de Precios al Consumo es un indicador elaborado por el INE que muestra cuánto han variado los precios de una cesta de productos de consumo habitual entre las familias españolas. En esta cesta se incluyen varios grupos como los alimentos, las bebidas, el calzado y la ropa o las comunicaciones, entre otras.

Se obtiene como resultado de la evolución de los precios de todas estas categorías de bienes de forma combinada. Se podría dar el caso de que los precios estén bajando y que, sin embargo, los precios de los productos básicos estuvieran aumentando. El INE muestra esta información desagregada y cualquier persona puede consultar cuál es la evolución de cada producto.

De este modo, podemos consultar, por ejemplo, si debemos esperar uno o varios meses más a comprar un producto y jugar con los precios o si, en caso contrario, debemos comprar el producto cuanto antes para evitar perder dinero. Por ejemplo, en el último mes, pese a que el IPC se ha reducido un 1,4% desde enero a febrero de 2015, el precio de los alimentos ha aumentado un 0,5% mientras que el precio del vestido y el calzado ha descendido un 16,6%.

El tipo de producto nos dirá si seguirá bajando o aumentará de precio

En realidad, la decisión de comprar ya un producto o esperar se puede valorar en función del tipo de producto que vayamos a comprar. No es lo mismo comprar una PlayStation que patatas o leche, puesto que estos últimos son productos de consumo básico cuyo consumo no es posible aplazar.

En definitiva, que los precios bajen no constituye en sí mismo un instrumento indicativo de cuál debe ser nuestro comportamiento como consumidores y mucho menos se debería utilizar para aplazar ciertas compras. En todo caso, es razonable aplazar la compra de algunos productos dado que sabemos de antemano que van a bajar de precio en el futuro.​