¿Qué es el semáforo de las inversiones y cómo funciona?

La relación de muchos clientes con sus entidades financieras ha tenido un antes y después durante este periodo de crisis económica. Entre otros factores, este cambio se ha producido como consecuencia del reducido nivel de cultura financiera de nuestro país, uno de los más bajos entre los países de nuestro entorno. Son muchas las personas que no entienden el funcionamiento de productos financieros básicos y, por supuesto, mucho menos cuando se trata de complejos. Además, figuras como la del asesor financiero independiente están muy poco desarrolladas en España, por lo que el inversor que adquiere estos productos cede indebidamente la responsabilidad de elegir un producto al vendedor.

¿Cómo se soluciona esto? A largo plazo, formando nuestro conocimiento sobre los aspectos económicos y financieros básicos. Si en otros países existen asignaturas sobre economía y finanzas incluso en las edades tempranas, en España no es así. Pero, aunque se incluyan, sus beneficios son a largo plazo; a corto plazo se necesita establecer sistemas que ayuden a que el ciudadano identifique de una forma clara y concisa el riesgo de la inversión. Una de las medidas, ya en vigor, es el semáforo de riesgo de productos de financieros. ​

Un sistema sencillo, que no debe excluir el análisis de todo producto

El sistema es aparentemente sencillo. Todas las entidades que presten servicios de inversión deben plasmar por colores y/o números el riesgo del producto, en una escala que va del color verde y número 1 (indicativo de productos de menos riesgo) hasta el color rojo y número 6 (productos de alto riesgo y complejidad). 

Este semáforo se mostrará siempre en la comercialización de productos financieros como depósitos bancarios, cuentas corrientes, seguros de ahorro​ o planes de pensiones, entre muchos otros. Sin embargo, por el momento, no incluye a los fondos de inversión. Esto es así, porque los fondos tienen una clasificación propia. No obstante, el Ministerio de Econ​omía ha adelantado que los fondos de inversión y otras inversiones complejas tendrán un sistema de riesgo similar para finales de año. 

El sistema, se basa en un sistema de escalas ya conocidas, que se asemejan a las que se usan para medir el gasto energético de electrodomésticos​. El sistema es sencillo para el usuario, pero para ​entenderlo, es importante conocer cómo se determina el “color” de la inversión y no sólo dejarse guiar por el resultado final. Así, la escala indicativa se traduce en los siguientes riesgos y niveles de liquidez:

  • ​La clase 1 comprende los productos más seguros, como​ depósitos y planes de previsión asegurados​​.

  • ​La clase 2 ​comprende los productos que se comprometen a devolver el 100% de ​lo invertido.

  • La clase 3 comprende aquellos productos ​que se comprometen a devolver el 100%​ de lo invertido en un plazo de entre ​tres y cinco años.

  • La clase 4 comprende los productos ​que se comprometen ​a devolver el 100% en un plazo de entre ​cinco y diez años.

  • La clase 5 comprende los productos que se comprometen a devolver el 100% a más de diez años o el 90% a cualquier plazo.

  • La clase 6, la que tiene un mayor riesgo, engloba a los productos de renta variable, tales como acciones, cédulas ​y también renta fija privada y, por tanto, sin compromiso de garantía.

En el caso de que el producto sea especialmente ilíquido, aquellos instrumentos en los que la inversión no se puede recuperar rápidamente (aun estando garantizada), se incluyen otras alertas como candados. En estas alertas se informa del riesgo asociado a su venta o de las comisiones por devolución anticipada. Otro de los símbolos que aparecerá en la escala es el signo de exclamación, que servirá para alertar de que el producto es especialmente complejo.

Gracias a este nuevo semáforo, se crea un sistema, que sirve para valorar en un primer vistazo si un producto es complejo o no, ayudándonos a aceptar los productos adaptados a nuestras necesidades y rechazar productos poco adecuados para nuestro perfil, pero no eximirá en ningún caso de un análisis mucho más profundo sobre todas sus características.