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Bancarrota o quiebra: qué significa y cómo gestionarla

Escrito por Ana Moreno | Jul 31, 2025 4:00:00 AM

La bancarrota, también conocida como quiebra, describe una situación legal y financiera donde una persona o empresa no puede hacer frente a sus deudas. En España, esto se gestiona principalmente mediante la Ley Concursal, que proporciona un marco legal para que tanto particulares, incluyendo a los autónomos, como empresas con problemas de insolvencia puedan reestructurar o, en algunos casos, quedar exentos de sus deudas.


 

 

¿Qué es la bancarrota?

A diferencia de otros países, el término "bancarrota" no tiene un uso legal oficial en España. EL procedimiento de declaración de insolvencia o quiebra, tanto de los individuos como de las empresas, viene regulado principalemente en la ley concursal . Esta regulación ofrece  . una salida a quienes se encuentran en una situación económica insostenible, dándoles diferentes salidas para empezar de nuevo bajo ciertas condiciones.

Las características principales de la bancarrota o quiebra en España son:

  • La opción de negociar con los acreedores para conseguir una reestructuración de las deudas.
  • Una protección temporal frente a embargos y ejecuciones.
  • La posibilidad de que una parte de las deudas sea exonerada, cumpliendo ciertos requisitos.
  • La supervisión judicial del proceso para asegurar que se haga de forma justa.

Es importante entender que la declaración de quiebra no resuelve los problemas financieros de forma mágica. Es un proceso legal complejo con implicaciones importantes a largo plazo. Sin embargo, puede ser la única forma de salir de una situación de endeudamiento excesivo y empezar de nuevo.

 

Tipos de bancarrota o quiebra en España

En España, la gestión de la "bancarrota o quiebra" se lleva a cabo principalmente a través de la Ley Concursal.

Aunque no es una clasificación formal. dependiendo de las causas y de la conducta del deudor, la quiebra o bancarrota se puede clasificar en:

  • Bancarrota o quiebra fortuita: Se produce por causas ajenas al deudor y que este no puede controlar. Algunos ejemplos son las crisis económicas o los desastres naturales que afecten al patrimonio. Este es el escenario más favorable para el deudor, ya que puede facilitar la exoneración de deudas.
  • Bancarrota o quiebra culpable: Ocurre a causa de una mala gestión financiera por parte del deudor, incluso cuando este es consciente de los riesgos que asume. Aunque es menos ventajosa que la fortuita, las deudas derivadas de este tipo de bancarrota aún pueden abordarse bajo la Ley de la Segunda Oportunidad, aunque con más restricciones.
  • Bancarrota o quiebra fraudulenta: Implica acciones ilegales o fraudulentas por parte del deudor. Este tipo de bancarrota tiene las mayores implicaciones negativas, ya que las deudas originadas por fraude no pueden ser exoneradas bajo la Ley de la Segunda Oportunidad. El juez debe tener en cuenta esta situación para tomar decisiones sobre los pagos y la responsabilidad del deudor.

La documentación que se aporte y la justificación de la situación de insolvencia serán determinantes para determinar si el deudor puede beneficiarse de la exoneración de deudas y bajo qué condiciones.

👉 ¿Cuándo puede el autónomo pedir la segunda oportunidad?

 

Requisitos para poder acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad

La Ley de Segunda Oportunidad establece un mecanismo legal pensado para personas físicas que se han visto atrapados en una espiral de deudas que ya no pueden asumir. Su finalidad es clara: permitir cancelar parte o la totalidad de las deudas para que puedas volver a empezar sin cargar con una mochila financiera imposible de levantar.

Para que una persona pueda acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad debe cumplir una serie de requisitos legales y económicos. Estos criterios están diseñados para garantizar que el proceso se utilice de forma justa y responsable. Los requisitos más importantes son:

  • Insolvencia actual o inminente: El solicitante debe encontrarse en una situación de insolvencia, ya sea actual (es decir, que no pueda pagar las deudas cuando vencen) o inminente (que prevea que no podrá cumplir con sus obligaciones de pago en el futuro cercano).
  • Buena fe del deudor: Este es un principio fundamental. El deudor debe demostrar que no ha actuado de manera fraudulenta o negligente al generar sus deudas. Esto implica no haber ocultado bienes, no haber realizado operaciones que perjudiquen a los acreedores y haber colaborado con el proceso.
  • No haberse beneficiado antes de la Ley de la Segunda Oportunidad: No se puede solicitar la exoneración del pasivo si ya se ha obtenido este beneficio en los últimos diez años. Esto evita que se abuse de la ley y se utilice de forma recurrente.

 

Consecuencias de la declaración de quiebra o bancarrota

Declararse en bancarrota en España puede tener una serie de consecuencias significativas muy graves que afectan tanto a tu economía como a tu vida personal, comola pérdida de bienes personales, la incapacidad de acceder a nuevos créditos y la afectación del historial crediticio.

Además del impacto económico, la quiebra puede tener consecuencias emocionales y psicológicas. Afrontar la situación de insolvencia y someterse a un proceso legal complejo puede generar estrés, ansiedad y sentimientos de culpa o vergüenza. Es fundamental buscar apoyo emocional y psicológico durante este período para afrontar las dificultades y tomar decisiones informadas. Hablar con amigos, familiares o un terapeuta puede ser de gran ayuda.

 

Derechos y protecciones durante la bancarrota personal

Al declararte en bancarrota en España, cuentas con una serie de derechos y protecciones legales diseñadas para asegurar una transición justa y proteger tus necesidades básicas.  

Al declararse en quiebra, los deudores pueden obtener una protección legal que les impide que los acreedores tomen acciones en su contra durante el proceso. Los deudores tienen derecho a proteger ciertos activos que son considerados esenciales para su vida cotidiana, como la vivienda.

. Asimismo, desde el momento en que se declara el concurso, se paralizan las ejecuciones judiciales y los embargos en curso, exceptuando las ejecuciones hipotecarias. Esta medida te proporciona un alivio inmediato, impidiendo que tus bienes sean incautados mientras se desarrolla el proceso concursal.

Por último, aunque la administración de tus bienes pasa al administrador concursal, tienes derecho a ser informado y a participar en las decisiones que afecten a tu patrimonio. El administrador concursal debe actuar en beneficio de la masa concursal, pero también debe tener en cuenta tus necesidades y circunstancias.

 

Recuperación financiera tras la quiebra o bancarrota

La recuperación financiera después de una bancarrota es un proceso gradual que requiere planificación, disciplina y un cambio de mentalidad en la gestión de tus finanzas. Aunque el camino puede ser difícil, es posible reconstruir tu estabilidad económica y recuperar la confianza en el futuro. Aquí tienes algunas estrategias y consejos prácticos para lograr una recuperación exitosa en:

  • Establece un presupuesto realista: es fundamental que crees un presupuesto que se ajuste a tus nuevas circunstancias. Identifica tus ingresos y gastos, da prioridad a las necesidades básicas y evita contraer deudas innecesarias.

  • Crea un fondo de emergencia: Ahorra una parte de tus ingresos, aunque sea pequeña, para crear un colchón financiero que te proteja de imprevistos futuros. Intenta ahorrar al menos entre tres y seis meses de gastos básicos.

  • Reconstruye tu historial crediticio: Empieza a reconstruir tu crédito poco a poco. Puedes solicitar una tarjeta de crédito asegurada y utilizarla de forma responsable, pagando las facturas a tiempo y sin excederte del límite.

  • Fórmate en finanzas: Aprende de la experiencia y adquiere conocimientos sobre gestión financiera personal. Puedes apuntarte a cursos o leer libros sobre finanzas personales para mejorar tus habilidades.

  • Consideraciones al cerrar un negocio: Si te encuentras en la situación de tener que cerrar tu negocio, es importante informarte sobre tus derechos, como por ejemplo, si al cerrar tu negocio tienes derecho a paro y qué dice la ley al respecto.

  • Busca asesoramiento profesional: Un asesor financiero puede ayudarte a crear un plan de ahorro e inversión, a gestionar tus deudas de forma eficiente y a tomar decisiones financieras informadas.

  • Diversifica tus ingresos: Explora oportunidades para aumentar tus ingresos, ya sea a través de un trabajo a tiempo parcial, el desarrollo de nuevas habilidades o la puesta en marcha de un pequeño negocio.

  • Mantén una actitud positiva: La recuperación financiera lleva tiempo y esfuerzo. Celebra tus pequeños logros y mantén una actitud positiva para no perder la motivación.

Recuerda que la recuperación económica es un proceso a largo plazo. Sé paciente y constante en tus esfuerzos. Con una planificación adecuada, disciplina y perseverancia, es posible superar las dificultades y construir un futuro financiero sólido.