¿Qué cubre el seguro de hogar en daños eléctricos?
El siniestro más frecuente en nuestro hogar
Los daños eléctricos son unos de los siniestros más frecuentes que se producen en el hogar. De acuerdo con los datos de ICEA (Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de Pensiones).
Además de la incidencia que tiene en número de siniestros, es también importante prestar atención a las consecuencias económicas asociadas. Y es que tanto continente como contenido se pueden ver afectados por este tipo de accidente.
Por todo esto, la importancia de tener las mejores coberturas de un seguro de hogar que cubra los daños producidos, a consecuencia de corrientes eléctricas anormales o cortocircuitos en la red, cuando no se origine incendio, es esencial.
Daños eléctricos en el continente
Su frecuencia suele ser menor que los que se producen en el contenido, pero económicamente pueden ser más importantes. Con esta cobertura, se asegura las instalaciones eléctricas que forman parte fija de la misma como cableados, interruptores o enchufes; siempre que este siniestro no derive en un incendio. Si fuera así, los daños pasarían a estar protegidos por esta última cobertura.
Es muy importante que el asegurado acredite correctamente la causa de la avería amparada por esta cobertura. Este puede hacerlo con un informe del técnico, de la propia compañía eléctrica encargada de la distribución de la zona o de un perito. La compañía aseguradora comprobará esta documentación y los daños producidos para aprobar la reparación o indemnización.
También es práctica común, para comprobar la idoneidad de la instalación eléctrica, que la aseguradora solicite el último recibo emitido por tu compañía suministradora, ya que nunca cubrirá daños producidos porque de forma negligente, por ejemplo, se haya manipulado la instalación estando el servicio cortado. La instalación debe estar en funcionamiento de forma correcta.
Daños eléctricos en el contenido
Todo aparato eléctrico puede sufrir daños que estropeen los mismos derivados de incidencias o averías en la red, especialmente, por subidas o bajadas de tensión. Estas, aunque cada vez de menor incidencia, son más frecuentes en zonas rurales que en ciudades. Aun así, pueden ocurrir en todos los hogares.
Al igual que en los daños en continente, es necesario acreditar que la avería se ha producido por problemas eléctricos. Esto se puede hacer, simplemente, solicitando la documentación que certifique la misma o que un perito del seguro haga la comprobación.
Qué no cubre el seguro
Aunque cada póliza determinará las exclusiones, como regla general, se cubre el mobiliario que esté situado en el interior de la vivienda asegurada y no aquellos que se encuentren en el exterior como en jardines o patios.
También es necesario acreditar la antigüedad del aparato eléctrico. Cada seguro establece un límite de años. Lo normal es que queden fuera de cobertura los aparatos eléctricos con cierta antigüedad ya que se considera que la mayoría de las averías pueden deberse a su uso. Si se trata de aparatos de uso intensivo como los relacionados con sistemas de calefacción, refrigeración o generadores eléctricos se pueden establecer límites de antigüedad inferiores.
Tampoco suelen cubrirse los daños en suministros relacionados con equipos eléctricos como son bombillas, lámparas o apliques.
Por último, no olvidemos que, como su propio nombre indica, se trata de un seguro multirriesgo de hogar y si hacemos uso de ciertos aparatos como ordenadores y otros equipos con fin profesional, pueden ser excluidos de nuestra cobertura.