Asegura la continuidad de estudios de tus hijos con un seguro

Nuestros hijos están a punto de a​​​cabar el primer trimestre escolar y el desembolso que hemos tenido que realizar, con independencia de los estudios cursados, ha sido bastante importante: matrículas, libros, materiales, uniformes, etc. Pero también otros que son menos conocidos aunque cada día ​van extendiéndose más, como el seguro de continuidad de estudios. A través de este seguro, se busca garantizar el coste de escolarización del alumno, desde la fecha de ocurrencia del siniestro derivado del fallecimiento y/o invalidez de los padres, hasta la eventual finalización de los estudios.

Cubrir esta contingencia puede ser muy interesante y muchos centros de estudios ya la están utilizando por tratarse de una forma práctica y cómoda de garantizar que la formación del alumno ​no sea interrumpida por ningún motivo. Con ello, el colegio o la universidad privada se diferencia de otros centros ofreciendo un servicio más a sus alumnos (aunque sean éstos los que lo paguen en la mayoría de los casos).

La forma de presentar el seguro puede ser obligatoria o voluntaria. Si es obligatoria, se suele prorratear dentro del coste mensual de los estudios o pagarse antes de arrancar el curso escolar. Si es voluntario, generalmente son las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) quienes actúan como intermediarios solicitando a los padres la firma del boletín de adhesión al mismo, en el que se reflejan las cantidades  y condiciones que cubren. Habitualmente, este tipo de seguros suelen instrumentarse como seguros colectivos en los que el AMPA figura como tomador del mismo, los progenitores como asegurados y el colegio como beneficiario.

¿Y si ya tenemos un seguro de vida?

A pesar del bajo coste y de su interesante objetivo, dependiendo de nuestras necesidades, puede no ser un seguro pensado para todas las familias con hijos en edad de estudiar. ¿Es tan económico este seguro? ¿Son sus coberturas suficientes?

Como regla general, el seguro de continuidad de estudios cubre los gastos derivados de la formación académica del alumno en el centro escolar señalado en el contrato y ello hasta la finalización de la misma, lo cual en muchos casos puede ser insuficiente. Imagina que tu hijo está estudiando bachillerato en el momento de la contingencia. El seguro de continuidad de estudios le ayudarán a que termine este ciclo formativo, pero no el siguiente nivel de estudios. En el caso de que cubra la carrera universitaria, la más costosa y última en la mayoría de los casos, sí que podría resultar más interesante. Es decir, aunque el coste no es muy alto, podemos encontrarnos con un seguro cuyas prestaciones y coberturas pueden no ser todo lo útiles que esperamos.

En contraposición, el seguro de vida; sí nos ofrec​e una cobertura completa que garantiza las necesidades en todas las etapas escolares, y no sólo a corto plazo, sino a más largo plazo y para toda la familia. Uno de los puntos esenciales a la hora de determinar o modificar las coberturas del seguro de vida está a la hora de tener familia. Si tenemos hijos, debemos evaluar económicamente sus necesidades futuras si algún día faltamos y, entre ellas, está la finalización de los estudios. Por ello, el seguro de vida es el producto esencial de protección ante el fallecimiento o invalidez del asegurado, con un precio que, si tenemos en cuenta las contingencias y capitales que cubre, llega a ser más competitivo que de seguros de coberturas limitadas.

En definitiva, el seguro de continuidad de estudios nos da la seguridad para que nuestros hijos puedan terminar los estudios que estén cursando pero siendo especialmente relevante en las etapas finales, la universitaria, cuando los costes son más elevados. Todo ello sin olvidar que el seguro de vida nos ofrece coberturas más amplias y que a la hora de establecer sus coberturas siempre debemos tener en cuenta todas las necesidades futuras de nuestra familia.​