¿Qué es un Siniestro en Seguros?

Siniestro: definición y significado

Un siniestro es un elemento clave en un contrato de seguro. Se define como la ocurrencia de uno de los riesgos asegurados, en donde la Compañía tiene la obligación de indemnizar, dentro de los límites y con las exclusiones pactadas en el contrato. El conjunto de los daños derivados de un mismo evento constituye un solo siniestro.

Tipos de siniestros

Hay muchos tipos de siniestros, en función del tipo de seguro del que se trate y de las condiciones de la póliza. A continuación, os mostramos algunos ejemplos de siniestros basados en los siguientes hechos:

  • En un seguro de vida, se produce un siniestro cuando fallece la persona asegurada.
  • En un seguro de automóvil, se produce un siniestro cuando el asegurado tiene un accidente.
  • En un seguro de salud, se produce un siniestro cuando el asegurado se pone enfermo y necesita asistencia médica.
  • En un seguro del hogar, se produce un siniestro cuando se incendia la cocina del domicilio asegurado por accidente.
  • En un seguro de protección de pagos, se produce un siniestro cuando la persona asegurada pierde su trabajo por despido improcedente.

¿Qué hacer en caso de siniestro?

Cuando se produce un siniestro, es muy importante actuar con diligencia para notificarlo a la compañía aseguradora, con el fin de que pueda iniciar los trámites y acciones necesarias y así, determinar la cobertura y el alcance de su responsabilidad. En cada póliza, se contempla el procedimiento a seguir para comunicar un siniestro, que puede variar bastante de un seguro a otro.

Por ejemplo, en un seguro de auto, el llamado parte amistoso de accidente es uno de los soportes que se pueden usar para notificar un siniestro a la compañía. En el seguro de salud, es habitual que se use una tarjeta para que los asegurados puedan acceder fácilmente a las prestaciones más comunes y sencillas, mientras que se necesita tramitar una autorización en el caso de intervenciones (siniestros) más complejos.

En caso de un siniestro en el hogar, lo importante es seguir los pasos que la compañía te indique, toma fotografías del daño y no intentes arreglarlo por tu cuenta, a no ser que ellos te lo indiquen.

Una vez que se ha notificado un siniestro a la compañía aseguradora, ésta inicia una serie de trámites encaminados a su gestión: se abre un expediente, se realizan las comprobaciones oportunas y una valoración del mismo, en la que puede intervenir un perito o no, y se resuelve. En el momento de la resolución, la compañía puede decidir si el siniestro es indemnizable y por qué importe, pero también, en determinados supuestos, puede añadir la decisión de poner fin al contrato de seguro cuando venza el plazo de vigencia.

Por último, es importante tener en cuenta que los siniestros son hechos aislados y que no se pueden acumular. Esto significa que, si por ejemplo un asegurado tiene dos accidentes diferentes con su coche, deberá declarar dos siniestros a la compañía con la que tenga contratado el seguro del automóvil. En caso de que su seguro contemple el pago de una franquicia, ésta deberá hacerse por cada siniestro, aunque existen supuestos en los que la franquicia es acumulada.

En definitiva, el siniestro es uno de los conceptos más importantes de todo seguro, ya que se trata del elemento que da derecho a recibir la indemnización por constituir uno de los hechos que están recogidos en el contrato de seguro.