Los planes de pensiones, en su condición de instrumento de ahorro para la jubilación, impiden a sus beneficiarios retirar el capital acumulado hasta el momento de su jubilación. Si bien la reforma fiscal ha abierto una ventana de liquidez a los diez años para que el titular pueda retirar parte de estos derechos consolidados, las condiciones para rescatar el plan de pensiones son circunstancias excepcionales muy específicas y se resumen en la incapacidad de la persona para generar ingresos por sí misma mediante su trabajo (por llegar el momento de la jubilación o una invalidez permanente, por ejemplo).