La fábula de la cigarra y la hormiga y su lección financiera

Seguro que la conoces. Es la fábula de la cigarra y la hormiga, donde encontramos a la segunda trabajando intensamente durante todo el verano, mientras que, la cigarra descansa y canta todo el tiempo. Cuando llegó el invierno, la hormiga tuvo alimento ya que lo había estado almacenando durante todo el verano, pero, no ocurrió lo mismo con la cigarra. Ésta, no habiendo sido previsora, tuvo que pedir humildemente ayuda a la hormiga. Y, ¿qué ocurrió? Pues que la hormiga se la negó, con el fin de que aprendiera la lección. Sin duda, de esta fábula podemos extraer algunas enseñanzas valiosas.

 

Nuestros objetivos exigen sacrificios

Dice el dicho que “quien algo quiere, algo le cuesta”. La hormiga quería tener alimento para el invierno y sabía que, para lograrlo, tenía que trabajar durante el verano. La cigarra no se esforzó en absoluto y de ahí, que pagara ciertas consecuencias.

Las finanzas personales se construyen con algunos sacrificios como, por ejemplo, el trabajo o el ahorro. Eso, en muchos casos, supone una renuncia a tu tiempo libre, a realizar determinados gastos o a permite algunos pequeños lujos. La parte positiva de este pequeño sacrificio es que, gracias a estos esfuerzos, también nos encontramos con grandes recompensas. Por eso, debemos pensar, en cada caso, hasta qué punto nos interesa sacrificarnos por obtener dicha compensación.

 

El futuro se construye desde hoy

En esta fábula existen dos momentos: el verano y el invierno. Hay, por tanto, una época buena y otra mala. Cuando no hace frío es cuando es más fácil recoger alimento, aunque también disfrutar del instante.

En nuestra vida nos pasa​ algo similar. Tenemos que buscar satisfacciones presentes, pero sin olvidar que existe un futuro que reclama nuestra atención hoy. Por eso estudiamos, ahorramos, planificamos el día de mañana, etc. En el mercado existen productos que nos pueden ayudar en esta tarea de ahorrar y planificar nuestro futuro.

 

No solamente importa el ahorro, sino también su ubicación

La hormiga de la fábula trabajaba duro durante el verano para recoger alimentos , pero también para encontrar el mejor lugar donde guardarlos. Tenía un granero donde los almacenaba con celo. Finalmente, como ella era la dueña de las llaves, pudo decidir si auxiliaba o no a la cigarra.

 

🤔
Nosotros también debemos prestar especial atención a nuestro “granero” particular. No todo es ahorrar, sino también saber invertir adecuadamente por ejemplo, en soluciones que vayan más allá y nos aporten además cierto nivel de protección ante determinadas situaciones.

 

 

El riesgo del desconocimiento y la despreocupación

La cigarra actúa así, en verano, porque no sabe lo mal que lo va a pasar en invierno. Si hubiese sido consciente, seguramente habría trabajado más y cantado menos. Debería haberse esforzado en saber lo dura que es la época mala, pero no se preocupó de informarse.

En las finanzas personales sucede lo mismo. Algunos lamentos se deben a decisiones conscientes que no han salido como queríamos, pero, otros, son consecuencia de no saber a lo que nos enfrentamos.

La formación y recibir el soporte y la información necesaria de manos de profesionales nos puede evitar muchos disgustos