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El Blog de Nationale-Nederlanden

Ana Moreno

Desde hace más de ocho años formo parte del equipo de Nationale-Nederlanden España, y actualmente lidero el área de activos digitales. Mi misión es clara: diseñar experiencias digitales útiles, accesibles y centradas en las personas, que ayuden a nuestros usuarios a tomar decisiones informadas sobre su bienestar financiero.

 

Cada contenido que publico en este blog está pensado para aportar valor real. Me aseguro de que la información sea clara, actualizada y útil, con el objetivo de acompañarte en tus decisiones financieras de forma sencilla y transparente.

 

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En el sector de los seguros,​​ es importante la creatividad para diseñar buenos productos y conseguir que sirvan realmente para minimizar riesgos y que permitan a las personas vivir con tranquilidad. Sin embargo, hay seguros realmente curiosos, la mayo​ría de ellos contratado en el mercado de seguros Lloyd’s, en los que parece que alguien ha dejado volar su imaginación demasiado, como los siguientes:

¿Qué es un activo seguro? Aunque parezca que la respuesta es sencilla, no lo es. Aunque parece evidente pensar que un activo seguro debe garantizar el 100% de la inversión o, dicho de otro modo, que el capital inicial se mantenga sin pérdidas, las diferencias entre uno y otro producto o instrumento financiero son muy grandes. El semáforo de la inversión, que resume visualmente y con datos, a priori sencillos, las características de los determinados productos financieros, sirve de gran ayuda, pero debemos interpretar bien los datos y adecuarlos a lo que buscamos. ¿Cómo lo hacemos? Muy sencillo, con un simple método que se basa en preguntar qué buscamos en la inversión y cómo podemos adaptarla a nuestro perfil.

​Una boda es un gran evento para una pareja y su organización requiere un gran esfuerzo, sobre todo desde el plano económico. Para que todo salga bien, existe el seguro de boda, que es un producto que tiene como objetivo ayudar a los novios a preocuparse de la celebración y ser felices en su día, en lugar de gestionar soluciones de urgencia si las cosas no salen según lo previsto.

En nuestra tierna infancia, una golosina era uno de los más preciados manjares que nos podíamos llevar a la boca. Resistir la tentación de no comernos aquella bolsa que nos compraban nuestros abuelos era misión casi imposible. ​​​Y no digamos ya si esto se producía tras varios días de abstinencia; la probabilidad de que la golosina siguiese ahí durante más de 2 minutos era prácticamente nula.

​Hasta arriba, con el reloj en marcha y las tareas acumulándose encima del escritorio. No sabes siquiera por dónde empezar y dentro de dos horas tienes que acudir a una reunión. Y solo es lunes. Puede que conozcas esa sensación de estrés, de querer y tener la sensación de no poder llegar a todo.

La inflación, la subida generalizada en el precio de los productos, puede tener efectos muy perjudiciales para la economía. Sin embarg​o, el caso contrario, la deflación, o dicho de otro modo, el decrecimiento de los precios, puede ser igual de perjudicial. En ambos casos, los riesgos aumentan cuando el efecto es continuo en el tiempo. El caso menos evidente es el de la deflación, ya que es vista por los consumidores con buenos ojos, debido a que se abaratan los productos y servicios. Sin embargo, detrás de este supuesto beneficio, también existen problemas.

​​El pasado 4 de mayo, el Banco Central Europeo anunció que dejaría de emitir los billetes de 500 euros a partir de 2018​, año en el cual entrarían en circulación los nuevos billetes de 100 y 200 euros. ​Se trata de una decisión muy esperada por muchas personas, que veían en el billete morado una forma de evadir impuestos y el medio de pago perfecto para financiar actividades ilegales y fines delictivos. Después ​de esta controvertida decisión, son muchos los que se preguntan si ésta podría ser la antesala a la desaparición del dinero en efectivo

Las Sociedades de Inversión de Capital Variable (más conocidas por sus siglas, SICAV) son un instrumento de inversión colectiva con una serie de requisitos mínimos que le han convertido en una de las mejores formas de inversión para las grandes fortunas: tiene que estar constituida con un capital de, al menos, 2,4 millones de euros y 100 partícipes. 

​En la actualidad, la mayoría de personas que tienen un trabajo por cuenta propia cumplen con sus obligaciones tributarias dán​dose de alta como autónomos, es decir, como personas físicas. Sin embargo, no todas saben que existe una opción a través de la cual pueden tributar como sociedades, es decir, como personas jurídicas, pudiendo acogerse a un régimen que, en ciertos aspectos, es más beneficioso. Se trata de las Sociedades Unipersonales de Responsabilidad Limitada (SLU).