Ana Moreno
Desde hace más de ocho años formo parte del equipo de Nationale-Nederlanden España, y actualmente lidero el área de activos digitales. Mi misión es clara: diseñar experiencias digitales útiles, accesibles y centradas en las personas, que ayuden a nuestros usuarios a tomar decisiones informadas sobre su bienestar financiero.
Cada contenido que publico en este blog está pensado para aportar valor real. Me aseguro de que la información sea clara, actualizada y útil, con el objetivo de acompañarte en tus decisiones financieras de forma sencilla y transparente.

Existe una vieja expresión que asegura que el dinero no da la felicidad a la que muchos le añaden la coletilla ... pero ayuda. La clave es saber cuánto y cómo puede llegar a ayudarnos a ser más felices. Existen multitud de estudios, con fórmulas matemáticas incluidas, que han tratado de dar una respuesta coherente a tal cuestión.

Como cada año por estas fechas, tenemos que volver a regularizar nuestra situación con la Agencia Tributaria a través de la Declaración de la Renta. Al calcular el resultado, si te sale a pagar, debes saber que podías haber hecho las siguientes cinco cosas para optimizar tu Declaración de la Renta.

En prácticamente ningún momento de la historia, los precios se han mantenido inalterados de un año para otro. Pensemos en lo que podía costar comprar el periódico o una barra de pan hace 50 años y en cuánto cuesta ahora. Y pensemos en cuánto pagábamos por nuestra tarifa de móvil apenas cinco años y en cuánto pagamos ahora. Son las dos caras de la misma moneda, aunque con connotaciones muy diferentes: en la primera de ellas, la inflación ha provocado que paguemos más por los mismos bienes mientras que, por su parte, una mayor competencia entre compañías ha servido para que gastemos menos en nuestra factura de telefonía móvil.

Cuando se asegura un bien, siempre se considera su valor real para poder determinar la viabilidad del contrato de seguro y el importe de la prima a pagar. Este dato hay que calcularlo con rigor y con una precisión razonable, incluso en los casos en los que el bien objeto del seguro sea difícil de valorar, para garantizar que en caso de siniestro los beneficiarios perciben una compensación justa y coherente.

Cualquier producto que compremos, especialmente los dispositivos electrónicos, pierde valor desde ese mismo momento. Y no solo por el uso; el propio paso del tiempo y la aparición de nuevos modelos en el mercado, que en muchas ocasiones incorporan más prestaciones y una mejor tecnología, provocan un envejecimiento acelerado de nuestros dispositivos.

Ante la difícil situación en la que se encuentran los diferentes sistemas de pensiones europeos en la actualidad, la mayoría de países están en la fase de redefinición y ajuste de sus sistemas de previsión a las nuevas realidades sociales. Los retos a los que se enfrentan son importantes: el continuo envejecimiento de la población provocará un aumento de la población beneficiaria de las pensiones y una disminución notable de los trabajadores que con sus cotizaciones contribuyen a la sostenibilidad del sistema.

La vinculación de seguros de vida asociados a la hipoteca es una práctica muy habitual por parte de los bancos. Actualmente, se suelen presentar dos posibilidades: una primera, que obliga a contratarlo como requisito indispensable para la concesión de la hipoteca, y una segunda, menos estricta, que ofrece bonificaciones en el tipo de interés de la hipoteca si se contrata ese seguro.

Las pymes y los autónomos tienen que cumplir bastantes obligaciones fiscales a lo largo de un ejercicio. Además de estar siempre al día de los cambios tributarios, tienen que hacer frente a liquidaciones anuales de impuestos (Sociedades, Renta) y periódicas (IVA, retenciones y pagos a cuenta de IRPF). Pero, además de estas, todos ellos se encuentran con obligaciones que en muchos casos se desconocen antes de realizar la actividad: las declaraciones informativas.

En los últimos meses, los medios de comunicación están incluyendo dentro de sus titulares noticias sobre el desplome de los precios del petróleo. Si a principios de 2012, el precio de esta importante materia prima alcanzaba los 125 dólares, hoy está por debajo de los 50 dólares. Esta rebaja tiene muchos más efectos sobre la economía y las finanzas de lo que pensamos.