Ana Moreno
Desde hace más de ocho años formo parte del equipo de Nationale-Nederlanden España, y actualmente lidero el área de activos digitales. Mi misión es clara: diseñar experiencias digitales útiles, accesibles y centradas en las personas, que ayuden a nuestros usuarios a tomar decisiones informadas sobre su bienestar financiero.
Cada contenido que publico en este blog está pensado para aportar valor real. Me aseguro de que la información sea clara, actualizada y útil, con el objetivo de acompañarte en tus decisiones financieras de forma sencilla y transparente.
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Las nuevas tecnologías han cambiado muchos de los aspectos de nuestra vida, y la búsqueda de empleo no iba a ser menos. En los primeros años de uso de Internet, el tradicional currículum en papel dejó paso a otras alternativas como los portales de empleo, en los que una plataforma actuaba como intermediario entre empresas y candidatos de manera virtual.
Un amigo del cuñado de mi hermana conoce a alguien que tiene justo el perfil que buscas. Por muy rebuscado que parezca este argumento, la recomendación funciona. Más de cuatro de cada 10 empleos se consiguen gracias a nuestra red de contactos. Así lo recoge el Barómetro del CIS del pasado mes de febrero: en torno al 41% de las personas que encontraron trabajo lo hicieron gracias a la mediación de familiares, amigos o conocidos. No hay duda, está claro cuál es el mejor método para encontrar trabajo: echarse a la calle y ampliar nuestra red de contactos. Y, ¿cómo? Pues practicando el networking y acudiendo a los eventos creados para tal fin.
Quizá ya no sea imprescindible, pero a día de hoy sigue siendo todavía importante. Nuestro CV es la carta de presentación y la primera imagen que las empresas ven de nosotros. Su correcta redacción puede marcar la diferencia entre un candidato idóneo y otra persona que, pese a su experiencia y su formación, no acaba de encajar, y todo por pequeños errores que se cometen en el momento de su confección.
Han pasado ya casi diez años desde que allá por el mes de agosto de 2007 comenzase la crisis económica y financiera en la que todavía estamos inmersos. Un período de tiempo que ha resultado muy traumático para muchas personas que han perdido sus trabajos y que, todavía a día de hoy, siguen buscando un empleo que les sirva para satisfacer sus necesidades.
Nuestras abuelas siempre han sido nuestras mejores asesoras económicas. Todos hemos recibido multitud de consejos sobre la importancia del ahorro. Frases como "si ganas cuatro, no gastes cinco" o "ahorra, que no sabes lo que podrá venir el día de mañana" han sido un tema recurrente de conversación en el seno de la mayor parte de familias españolas. Y si a ellas les ha ido bien, por qué no iba a venirnos bien también a nosotros.
La rentabilidad de los depósitos sigue bajando y su media ya se sitúa ya por debajo del 0,60%, incluyendo los plazos más elevados de hasta 24 meses. Esta tendencia no va a cambiar a medio plazo, lo que provoca que el instrum
Entre los principales supuestos que dan derecho al rescate del dinero de un plan de pensiones se encuentra la de estar en situación legal de desempleo cuando se cumplen determinados requisitos: estar inscrito como demandante de empleo y no tener derecho a las prestaciones por desempleo en su nivel contributivo (o haber agotado dichas prestaciones). Se trata de una posibilidad que, en muchas ocasiones, o bien no se conoce o bien se piensa que es incompatible con la percepción de la prestación por desempleo.
En la actualidad, la velocidad a la que se pilla a un mentiroso se ha incrementado de manera proporcional a la que corren nuestros datos por todo Internet. La actual situación del mercado laboral, con una tasa de desempleo que supera el 20%, lleva a muchos, tanto si buscan su primer empleo como si tienen sobrada experiencia, a mentir en su currículum. Si antes lo normal era maquillar nuestra historia elevando nuestra categoría, lo que ahora prima es crear un currículum paralelo en el que rebajamos nuestros conocimientos.
La mayor parte de personas, especialmente las más jóvenes, ven la jubilación demasiada lejana, o bien confían en su pensión pública para disfrutar de un retiro sin problemas económicos. Los más previsores, en cambio, deciden que ha llegado el momento de abrirse un plan de pensiones y aportar una cantidad fija mensual que, además, es deducible a la hora de presentar la Declaración de la Renta.