Cinco opciones para ahorrar para la jubilación

La mayor parte de personas, especialmente las más jóvenes, ven la jubilación demasiada lejana, o bien confían en su pensión pública para disfrutar de un retiro sin problemas económicos. Los más previsores, en cambio, deciden ​que ha llegado el momento de abrirse un plan de pensiones y aportar una cantidad fija mensual que, además, es deducible a la hora de presentar la Declaración de la Renta.

Sin embargo, si bien es cierto que los planes de pensiones son un producto pensado específicamente para ahorrar de cara a nuestra futura jubilación, no es la única alternativa. De hecho, esta opción plantea algunos inconvenientes (como su iliquidez) que hace que no sea un producto adecuado para todos los perfiles de inversión. Por esto, cuando pensemos en ahorrar para cuando llegue nuestro retiro dorado, no pensemos solo en planes de pensiones; existen más opciones.

Fondos de inversión

Los fondos de inversión se han convertido en uno de los productos que más acogida está teniendo entre los inversores minoritarios. ​Existe una gran variedad de ellos, lo que le convierte en un instrumento de ahorro que sirve para satisfacer a casi todos los perfiles. Además, a diferencia de los planes de pensiones, tienen una elevada liquidez, ya que sus participaciones pueden ser reembolsadas en cualquier momento.

Desde el punto de vista fiscal, los fondos de inversión presentan también grandes ventajas. Si bien sus aportaciones no son deducibles en el IRPF, el contribuyente deberá tributar solo cuando se hagan efectivas las plusvalías, pero podrá traspasar su capital de un fondo de inversión a otro sin tributar.

Planes de Previsión​​ Asegurados

​Los planes de previsión ​asegurados es el otro producto pensado específicamente para complementar la pensión pública de la Seguridad Social de cara a la jubilación. Tiene las mismas características que las de un plan de pensiones en cuanto a fiscalidad y liquidez, pero se instrumentalizan a través de un seguro de vida ahorro, razón por la cual la ley les obliga a garantizar una rentabilidad a vencimiento (conocida como interés técnico) que establece cada entidad. 

Está pensado para perfiles de riesgo más conservadores o que tengan la edad de jubilación mucho más cercana.

Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS)

​Los Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS) son un instrumento que se sitúa a caballo entre los ​planes de pensiones y los seguros. El capital genera una renta vitalicia pero, a diferencia de los planes de pensiones, no tiene ninguna bonificación fiscal en el momento de su aportación, aunque sí en el momento del rescate.

Esta bonificación puede llegar al 92% para aquellos titulares que tengan más de 70 años si han pasado al menos cinco años desde la primera aportación, por lo que solo quedaría sujeto a tributación el 8% restante de la renta obtenida. ​El límite anual que se puede aportar al producto son 8.000 euros, y el máximo total, 240.000.

​Depósitos a plazo fijo

​Los depósitos a plazo fijo son uno de los productos más demandados por parte de ahorradores con un perfil de riesgo más conservador. Aunque los bajos tipos de interés les hayan relegado a un segundo plano, lo cierto es que muchas personas todavía siguen confiando en este instrumento para ahorrar de cara a la jubilación.

Cuentan con la ventaja de ser un producto totalmente seguro, ya que está garantizado por el Fondo de Garantía de Depósitos y, en algunas ocasiones, bastante líquido, ya que en muchos plazos no se aplica ningún tipo de penalización si se retira el dinero de manera anticipada.

Bonos y Obligaciones del Tesoro

Al igual que los depósitos a plazo fijo, los títulos de deuda pública son seguros, ya que cuentan con el respaldo de toda una nación por detrás. Aunque últimamente hayan devengado intereses negativos en países de la eurozona, los plazos largos de la deuda, instrumentalizados en bonos y obligaciones, constituyen una forma ideal de preservar el capital.

Algunos países, además, han comenzado a emitir bonos ligados a la inflación. Este producto cuenta con la ventaja de que, además de preservar el capital, ayuda a que nuestro dinero no pierda poder adquisitivo.

Cinco tipologías de producto para muchos más perfiles de riesgo diferentes. Y todas ellas se pueden utilizar para lo mismo: ahorrar de cara a nuestra futura jubilación.