¿Cómo funciona la hucha de las pensiones? Lo explicamos

La hucha de las pensiones

Cuando éramos pequeños, nuestras madres (y, sobre todo, nuestras abuelas) nos enseñaban las virtudes del ahorro comprándonos un cerdito que servía como hucha para guardar todo lo que nos había sobrado de la paga, de regalos, etc que hubiéramos recibido. En muchas ocasiones, este cerdito estaba hecho de cerámica, con el fin de evitar tentaciones que nos hiciesen gastar parte de lo ahorrado, ya que la única forma de disponer de ese dinero era rompiéndolo; sin embargo, en muchas otras, el cerdito tenía una abertura por debajo que nos permitía recurrir a nuestro dinero si necesitábamos comprar algo, gastando parte de nuestros ahorros.

En la Seguridad Social sucede algo similar. Disponen de su propio cerdito donde van guardando el dinero ahorrado en sus particulares /pagas o regalos para disponer de él en el momento que lo necesitan. Se trata del Fondo de Reserva de la Seguridad Social, también conocido como la hucha de las pensiones. Pero ¿en qué consiste y cómo funciona?

La Seguridad Social y su particular hucha

El Fondo de Reserva de la Seguridad Social se creó con el objetivo de establecer un mecanismo de emergencia en caso de que los ingresos de la Seguridad Social no fuesen suficientes para satisfacer sus gastos en un momento puntual. Dicho de otro modo, se trata de un colchón de seguridad que tiene como objetivo atender las prestaciones contributivas en caso de no poder hacerlo con los fondos con los que actualmente se nutre el sistema.

Este fondo se financia, fundamentalmente, de los recursos excedentarios de la Seguridad Social si se encuentra en una situación de superávit. Es decir, si en un momento determinado, los ingresos de la Seguridad Social superan a los gastos, el ahorro se destina a crear una reserva para garantizar las pensiones contributivas, atenuando los efectos de los ciclos económicos bajos y garantizar el equilibrio del sistema, lo que se conoce comúnmente como “financiar la hucha de las pensiones”.

Sus fondos provienen, asimismo, del exceso de excedentes derivado de la gestión de las mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales de la Seguridad Social.

Desde su nacimiento, se han dotado al Fondo de Reserva 53.598 millones de euros, 52.113 acordadas en Consejo de ministros y 1.485 procedentes del excedente de las mutuas.

¿Dónde invierte?

Dado que la mayor parte del dinero con el que se financia el Fondo de Reserva permanece inmovilizado por un período largo de tiempo, puede invertir parte de su patrimonio en una serie de activos para aumentar su dotación. Eso sí, esta inversión se restringe únicamente a activos de muy alta calidad crediticia para no poner en peligro su viabilidad presente y futura.

En concreto, y de acuerdo con los criterios de inversión del Fondo de Reserva de la Seguridad Social establecidos por el Comité de Gestión del Fondo, la gestión de la inversión ha de ser eficiente, rentable, segura y diversificada. Normalmente, estas premisas se traducen en inversión en deuda pública de diversos países con una alta calidad crediticia, emitidas en euros y negociada en mercados regulados o en sistemas organizados de negociación.

¿Cuál es su composición actual?

Anualmente, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones presenta ante las Cortes Generales el Informe sobre la situación del Fondo de Reserva.

Ahora bien, debido a la difícil situación económica que atraviesa España, el Gobierno ha tenido que echar mano de la hucha de las pensiones para satisfacer algunas prestaciones en varias ocasiones. Por ejemplo, en 2008 con la grave crisis económica, en 2015 se realizaron disposiciones por valor de 13.250 millones de euros y en 2016 estas disposiciones aumentaron hasta los 20.136 millones de euros; a todo ello, tenemos sumar las prestaciones tomadas en la crisis del Covid o las actuales tomadas debido a la devastación que ha generado el volcán en la Isla de La Palma.

La difícil situación actual

Si sigue el ritmo de disposición de los últimos años, lo más probable es que la hucha se agote. Según los expertos, lo más probable es que, en ese momento, las pensiones tengan que financiarse bien con cargo a los Presupuestos Generales del Estado, bien con cargo a nuevas emisiones de deuda pública o bien con cargo a nuevas cotizaciones, aumentando los tipos de cotización o las bases mínimas y máximas.

En cualquier caso, la hucha de las pensiones ha actuado de amortiguador ante la difícil situación que vive en la actualidad la Seguridad Social, y ha permitido que las pensiones se puedan seguir pagando gracias al ahorro obtenido en las épocas de superávit. Y, en el futuro, puede que tenga que volver a hacerlo.