¿Qué son los coeficientes reductores en la jubilación y cómo afectan?

​La búsqueda de la viabilidad de nuestro sistema público de pensiones ha llevado a una serie de reformas que se han acelerado en los últimos años con visos a que se mantengan los pilares que la sostienen. Una de las modalidades de jubilación que no se han escapado de esta reforma es la jubilación anticipada. ¿En qué consiste la misma? Son muchos los que la confunden con la prejubilación, cuando es algo muy distinto. 

En la prejubilación, la empresa concede el retiro ​​de su empleado pagándole tanto el sueldo como su cotización a la Seguridad Social hasta que llegue el momento de la jubilación. En la jubilación anticipada, en cambio, es la Seguridad Social la que anticipa el pago de la pensión, con un límite, restringido hasta que queden dos años o menos hasta la edad de jubilación.  

Es decir, con la edad actual jubilación de 65 años, cualquiera de nosotros podrá disfrutar de la jubilación anticipada al alcanzar los 63 años de edad. En cualquier caso, no debemos olvidar que año tras año se va retrasando esta edad y que en 2027 será de 67 años, con lo que en ese año también habrá aumentado la edad de jubilación anticipada hasta los 65 años. 

Este es el límite temporal, con algunas excepciones. Si el trabajador realiza alguna actividad laboral considerada pero como penosa, tóxica, peligrosa o insalubre, o bien tiene un grado de discapacidad igual o supera el 45% o el 65%, podrá acceder antes a la jubilación anticipada. Pero además de la edad, hay que cumplir otro requisito más: haber cotizado al menos 35 años y que en al menos 2 años estén comprendidos entre los últimos 15 años. ​

Los coeficientes reductores: el coste de la jubilación anticipada

Este requisito de años cotizados es algo más sencillo de conseguir en la actualidad pero será más complicado en el futuro. No solo se aumentarán los años necesarios, sino que también se accede más tarde al mercado de trabajo y será más complicado conseguirlos. Pero la última traba​ es el coste que asume el jubilado, que viene determinado por los coeficientes reductores, es decir, de los porcentajes que hacen disminuir el importe de nuestra pensión. 

Así, aunque hayamos aumentado nuestra cotización en los últimos años, veríamos como se puede esfumar todo el esfuerzo por una reducción importante en el importe si nos jubilamos antes de tiempo. Estos coeficientes están relacionados con dos aspectos de esta jubilación anticipada: cuánto tiempo anticipamos la edad de jubilación (siempre, como máximo hasta dos años) y cuántos años llevamos cotizando. 

La cuantía de la pensión se determina aplicando a la base reguladora (calculada por lo que hemos cotizado en los últimos años, en el 2015 18 años) el porcentaje general que corresponda en función de los años cotizados y este coeficiente reductor que corresponda. En 2013, esta variable se ha endurecido tanto en el porcentaje que se aplica como en la cotización acumulada. Si hasta ese año había dos supuestos, ahora hay cuatro que condicionan, y mucho, la cuantía que recibiremos con nuestra jubilación: 

  • Coeficiente del 2% por trimestre cuando se acredite un período de cotización inferior a 38 años y 6 meses. 
  • Coeficiente del 1,875% por trimestre cuando se acredite un período de cotización igual o superior a 38 años y 6 meses e inferior a 41 años y 6 meses.
  • Coeficiente del 1,75% por trimestre cuando se acredite un período de cotización igual o superior a 41 años y 6 meses e inferior a 44 años y 6 meses.
  • Coeficiente del 1,625% por trimestre cuando se acredite un período de cotización igual o superior a 44 años y 6 meses.

Como se ve, estos coeficientes se aplican trimestralmente y, por ello, el impacto puede ser muy importante. Por ejemplo, si optamos por la jubilación anticipada 2 años antes de la misma y hemos cotizado 37 años, veremos nuestra pensión mermada en un 16% y si lo hacemos en un año, un 8%. Además, para el cómputo de los períodos de cotización se tomarán períodos completos, sin que se equipare a un período la fracción del mismo. Es decir, si nos jubilamos, por ejemplo, 4 meses antes de lo debido, nos computarán como dos trimestres completos.

En definitiva, si nos jubilamos anticipadamente, nos encontraremos con una reducción en la cuantía de nuestra pensión que puede ser importante. Teniendo en cuenta que, ademá,s las pensiones tienden a la baja, si queremos anticipar nuestra edad de retiro laboral, tener algún sistema de previsión para nuestra jubilación como un plan de pensiones​ será cada día más importante.

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