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El Blog de Nationale-Nederlanden

La jubilación y las demás situaciones que cubren la Seguridad Social y diversos sistemas privados son una preocupación importante en España y en la mayoría de países desarrollados. En esta entrada explicamos los principales factores de los que dependerá el futuro de las pensiones.

​Ahorrar para planificar nuestra jubilación se ha convertido en toda una necesidad para muchas personas. La debilidad del régimen actual de pensiones, unida al escaso poder de ahorro que tienen la mayoría de familias españolas, han hecho que muchas personas estén buscando la mejor opción para ahorrar todo lo posible antes de que llegue ese momento y que, además, esos ahorros no pierdan poder adquisitivo por culpa de la inflación.

Aunque la jubilación pueda parecer un horizonte lejano, empezar a planificarla desde hoy es una de las decisiones más estratégicas y beneficiosas que puedes tomar.

​Desde hace mucho tiempo, los movimientos migratorios entre países son un fenómeno relativamente habitual. Con la crisis, el éxodo de inmigrantes en busca de mejores oportunidades personales y profesionales se ha intensificado, con especial incidencia en España, donde más de dos millones de personas han decidido hacer las maletas a diferentes destinos de la geografía mundial.

La mayor parte de personas, especialmente las más jóvenes, ven la jubilación demasiada lejana, o bien confían en su pensión pública para disfrutar de un retiro sin problemas económicos. Los más previsores, en cambio, deciden ​que ha llegado el momento de abrirse un plan de pensiones y aportar una cantidad fija mensual que, además, es deducible a la hora de presentar la Declaración de la Renta.

​La búsqueda de la viabilidad de nuestro sistema público de pensiones ha llevado a una serie de reformas que se han acelerado en los últimos años con visos a que se mantengan los pilares que la sostienen. Una de las modalidades de jubilación que no se han escapado de esta reforma es la jubilación anticipada. ¿En qué consiste la misma? Son muchos los que la confunden con

65 años. Esta es la edad a partir de la cual un trabajador puede acceder a la pensión de jubilación, siempre y cuando el trabajador haya cotizado durante un período mínimo (en 2016, asciende a 36 años o más y, como mínimo, dos de ellos deben incluirse entre los inmediatamente anteriores a la jubilación). Desde 2013, tanto la edad exigida para ac​ceder a la jubilación como el periodo mínimo de cotización irán aumentando de forma progresiva hasta que, en 2027, alcanzarán los 67 y 38 años y seis meses, respectivamente.​

​La decisión de jubilarse o no para un autónomo no es tarea sencilla. La razón principal es puramente económica. La pensión media del trabajador autónomo en 2017 era de 708,55 euros, un 40% menos que lo que perciben de media (1.205,23) un jubilado asalariado. La razón está en lo que estos trabajadores pagan mensualmente como cotización a la Seguridad Social. Para muchos, esta cotización que el trabajador abona en su totalidad (en el caso del trabajador asalariado, es la empresa quien asume la mayor parte) es elevada, lo que lleva a que se opte por la base de cotización mínima. El 86% de los autónomos cotiza por la base mínima, es decir, para tener unos derechos económicos de 919,20 euros al mes (base de cotización mínima de 2017), por la que tendrán que pagar una cuota mensual de poco más de 274 euros mensuales. Este porcentaje de cotizantes de base mínima se dispara hasta el 90% para lo que llevan menos de 5 años dados de alta y para aquellos autónomos menores de 50 años. 

​La​ pensión de jubilación y su cuantía es una cuestión que cada día preocupa más a los trabajadores españoles, especialmente cuando se acerca la edad en la que se comienza a disfrutar del retiro dorado. Esta incertidumbre aumenta conforme aparecen nuevas informaciones sobre la viabilidad del sistema y se desarrollan reformas que modifican lo​s métodos de cálculo empleados hasta ese momento.