Si te diésemos la opción de cobrar 200 euros ahora mismo o, por el contrario, 300 euros dentro de un año. ¿Qué preferirías? Seguramente, tu respuesta sería similar a la de la gran mayoría de las personas: cobrar 200 euros ahora mismo, a pesar de que esos 300 euros supongan nada menos que un 50% más de lo que te ofrezco ahora mismo. Y para muestra, un botón: prueba con tus hijos o con tus sobrinos a darles una gominola. Diles que no se la pueden comer hasta dentro de media hora y que, si aguantan ese tiempo, les darás el paquete entero. Lo más probable es que, incluso antes de acabar la frase, nuestros pequeños ya se hayan comido el dulce.