Como cada año, la declaración de la renta nos trae algunas novedades. En este caso, hay algunos cambios normativos, pero también del procedimiento para confeccionar la autoliquidación del IRPF. Éstas son las variaciones más importantes.
El diferimiento de impuestos de los instrumentos financieros se ha convertido en una ventaja añadida a su propia rentabilidad. Podemos traspasar el dinero entre fondos de inversión sin tener que tributar por ellos hasta su venta efectiva. En los planes de pensiones, podemos hacer traspasos entre productos sin ninguna tributación y, además, beneficiarnos de las deducciones fiscales por las aportaciones realizadas.
Las ganancias y pérdidas patrimoniales son uno de los conceptos por los que tenemos que pagar en nuestra declaración de la renta. Surgen cuando se producen determinadas alteraciones en el patrimonio del contribuyente.
Conocer cómo son los salarios en España puede ser una información muy interesante para muchas personas e instituciones a la hora de valorar la situación general de nuestro país. Para ello, existen dos estadísticas oficiales que servirán de gran ayuda: la Encuesta de Estructura Salarial (en su versión anual y en su versión cuatrienal), que elabora el Instituto Nacional de Estadística, y la estadística Mercado de Trabajo y Pensiones en las Fuentes Tributarias, realizada por la Agencia Tributaria.
En un contexto como el actual, caracterizado por una situación de incertidumbre en todo lo relacionado con el sistema público de pensiones, la mayoría de expertos coinciden en que el ahorro privado es imprescindible para asegurar nuestra jubilación. Para ello, es fundamental escoger el instrumento de ahorro que mejor se adapte a nuestras necesidades, y no solo en términos de rentabilidad, sino también en todo lo referente a su tratatamiento fiscal.
La mayoría de nosotros, cuando tenemos que elegir uno u otro producto para rentabilizar nuestros ahorros, solemos tomar la decisión teniendo en cuenta en una serie de elementos comunes a todos ellos: su rentabilidad esperada, el riesgo y su liquidez. Sin embargo, pocas veces solemos prestar atención a un aspecto tan fundamental como es el de su fiscalidad.
Las Sociedades de Inversión de Capital Variable (más conocidas por sus siglas, SICAV) son un instrumento de inversión colectiva con una serie de requisitos mínimos que le han convertido en una de las mejores formas de inversión para las grandes fortunas: tiene que estar constituida con un capital de, al menos, 2,4 millones de euros y 100 partícipes.
En la actualidad, la mayoría de personas que tienen un trabajo por cuenta propia cumplen con sus obligaciones tributarias dándose de alta como autónomos, es decir, como personas físicas. Sin embargo, no todas saben que existe una opción a través de la cual pueden tributar como sociedades, es decir, como personas jurídicas, pudiendo acogerse a un régimen que, en ciertos aspectos, es más beneficioso. Se trata de las Sociedades Unipersonales de Responsabilidad Limitada (SLU).
En la actualidad, escoger entre un producto de ahorro u otro es tarea bastante complicada. Los bajos tipos de interés que rigen el mercado en la actualidad han hecho perder atractivo a los productos de renta fija, y no todos los inversores están dispuestos a asumir un mayor riesgo con los productos de renta variable. Cabe pensar que, con la progresiva subida de tipos de interés en Estados Unidos y una política monetaria expansiva en Europa, el futuro seguirá siendo muy similar, lo que puede significar una mala noticia para los ahorradores.