¿Es necesario otro seguro si ya tengo uno a través del trabajo?

Las empresas ofrecen a sus empleados compensaciones por su trabajo que van más allá del salario, como es el caso de los seguros de vida que se incluyen en los paquetes de beneficios sociales. Los seguros de vida de empresa son una ventaja para el colectivo de trabajadores que lo disfrutan, pero cada persona debe revisarlo para tener claro el alcance y si le conviene mejorar de alguna forma las coberturas incluidas.

La razón es que un seguro contratado para una persona con un perfil determinado (con hijos, hipoteca, etc.), no tiene por qué ser igual de conveniente que para otra con otro perfil diferente (soltero, sin deuda hipotecaria, etc.) y, por tanto, el seguro de vida que nos ofrece nuestra empresa puede que no sea el que necesitamos.

¿Se adapta tu seguro de empresa a tus necesidades reales?

Lo primero que hay que hacer para saber si el seguro de empresa cubre realmente las necesidades de una persona es estudiar la póliza. En este documento, están recogidas las coberturas, por lo que se podrá conocer el alcance del seguro, es decir, qué hechos asegurados cubre y cuáles no.

Muchas veces, en los seguros de vida de empresa se negocia para ajustar el precio al máximo, en un proceso que provoca que se dejen fuera coberturas y opciones de compensación que se pueden encontrar habitualmente en otros seguros de vida.

Por ejemplo, algunos seguros de vida incluyen cláusulas que prevén una compensación en caso de enfermedad grave. Además, en algunos seguros se contempla la posibilidad de capitalizar parte de la compensación pactada por fallecimiento o de percibir otra compensación adicional en forma de pensión periódica en caso de que sea detectada una enfermedad grave, con el objetivo de quedar cubierto el asegurado y sus beneficiarios en caso de que se los ingresos no lleguen a satisfacer las necesidades del hogar por culpa de un problema tan grave como este.

Más coberturas que existen en algunos seguros de vida son las relativas al pago de deudas existentes por préstamos, como es el caso de los hipotecarios. En los seguros de vida de empresa, es habitual que se desestime este tipo de coberturas, por ser muy complicadas de dimensionar para un colectivo, pero en un particular, es más sencillo definir el alcance de las deudas y cubrirlas para no dejar a los seres queridos descubiertos.

Otro punto a tener en cuenta es el de la cuantía de las compensaciones a recibir. Por ejemplo, un trabajador casado y con tres hijos que deja como beneficiarios a estas cuatro personas, en caso de fallecimiento les dejará una cuarta parte de la compensación a cada una. Si el trabajador asegurado es soltero y sin hijos y deja como beneficiario a su pareja, dejará la totalidad de la compensación a una única persona.

Por tanto, es importante valorar la póliza y la situación personal para saber cómo quedarían los beneficiarios en caso de que suceda un siniestro y haya que afrontar el día a día sin contar con el asegurado. No es lo mismo tener que cubrir los gastos de tres niños (formación, ropa, comida, vivienda, etc.) que los de únicamente un adulto. Cada caso es un mundo, por lo que habrá que valorar si procede contratar un seguro adicional para ampliar las coberturas y compensaciones.