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El Blog de Nationale-Nederlanden

Cuando pedimos dinero a nuestros padres, estamos actuando como lo haría cualquier empresa. Obtenemos recursos económicos ajenos que utilizamos para adquirir un determinado producto para, después, devolvérselo a la persona que nos lo ha prestado. La única diferencia es que, la empresa apunta estas transacciones en sus libros contables y nosotros en un papel para que no se nos olvide.

La deflación está en boca de todos. El descenso generalizado de los precios de los bienes de consumo parece, a priori, una buena noticia. ¿A quién no le gusta ir al mercado y ver que el precio de las patatas, de la leche o de la lechuga ha bajado? Suponemos que a nadie. Sin embargo, los economistas nos dicen que la deflación no es buena para la economía.

En la vida, es común encontrarse con múltiples deudas, ya sea por préstamos personales, tarjetas de crédito o hipotecas. La gestión de estos compromisos financieros puede convertirse en una fuente de estrés si no se maneja adecuadamente. Aquí es donde entra en juego la reunificación de deudas. Este proceso no solo te permite simplificar tus finanzas, sino que también puede ofrecerte una salida para reducir tus pagos mensuales

En cualquier ámbito de la vida en el que tengamos que tomar una decisión, el riesgo es un elemento que está siempre presente, incluso en aquellas actividades en las que, por nuestra experiencia, aparentemente no existe incertidumbre. Por ejemplo, ir a jugar al fútbol supone un riesgo de lesión (a pesar de que nunca te ha pasado); lo mismo sucede cuando conduces un coche, etc.

Juan estaba ordenando el desván de su casa, se encontró con unas cajas antiguas. Llevaban mucho tiempo apiladas y no les había prestado atención en años. Al abrir una de ellas, se encontró con un montón de recuerdos de su infancia, hallando en su interior varios objetos de su niñez que le transportaron inmediatamente en el tiempo, unos cuantos años atrás.

Debido a  la crisis económica, se ha reavivado el debate sobre la viabilidad del sistema de pensiones español. El crecimiento demográfico y, los cada vez, menores fondos con los que cuenta la Seguridad Social para garantizar las prestaciones por jubilación a nuestros mayores son los dos grandes motivos que generan desconfianza sobre los futuros pagos a los individuos que se vayan jubilando.

​A la hora de contratar un préstamo bancario, son muchas las variables que entran en juego, pero bastan sólo unas pocas para tomar la decisión correcta. Para evitar caer en un océano de cifras y valores que pueden despistar y no aportar la información clave cuando se contrata un préstamo, es importante fijarse en las siguientes variables:

​Hay personas que acostumbran a mover dinero entre cuentas periódicamente. Por ejemplo, para pagar el importe de la renta mensual por el alquiler de una vivienda, para pagarle la nómina a una persona empleada del hogar o para que otra cuenta a su nombre tenga fondos y que se puedan cargar en ella recibos de servicios (gimnasio, colegios, teléfono, electricidad, agua, etc.).

Cada trabajador tiene necesidades distintas, y el modelo tradicional de salario no siempre permite adaptarlo a las circunstancias personales. Aquí es donde entra en juego la retribución flexible, un sistema que permite elegir cómo recibir parte del salario, destinándolo a beneficios como cheques restaurante, seguro médico, transporte o formación. No es solo una forma de hacer que el salario rinda más, sino que también ofrece ventajas fiscales, permitiendo optimizar el presupuesto sin necesidad de aumentar la cantidad bruta.