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El Blog de Nationale-Nederlanden

La educación financiera para los más pequeños de la casa es una de las asignaturas pendientes en muchos de los hogares españoles. Sin embargo, es habitual que los niños reciban ciertas cantidades de dinero a lo largo de su infancia como regalo o premio, por ejemplo, en su cumpleaños o por sacar buenas notas, aunque  no siempre saben muy bien qué deben hacer con él. Si esta situación te resulta familiar, quizá también te ayude saber qué es lo mejor que se puede hacer con el dinero de los pequeños de la casa.

Para muchas personas, la inversión en Bolsa es un mundo todavía por explorar. La falta de tiempo en muchos casos, y la falta de conocimiento en otros, es un hándicap muy difícil de salvar que hace que sean pocos los que se atrevan a invertir por su cuenta en productos de renta variable como las acciones de las empresas.

Crear un presupuesto supone elaborar un plan de acción para nuestra economía, tener un dibujo bien claro de cuál es su situación y, de esta forma, saber cómo puede evolucionar para anticiparnos a gastos imprevistos. Para una empresa, la meta está clara: no incurrir en pérdidas y calcular el beneficio que se puede alcanzar. El objetivo con nuestras finanzas personales no es muy diferente: elaboramos un presupuesto para no entrar en pérdidas y para, incluso, conseguir ahorrar mes a mes y podernos dar algún que otro capricho.

A la hora de contratar tarjetas bancarias, muchas personas se preguntan cuántas deben llevar en la cartera para poder atender todas sus necesidades de pago en el día a día. La respuesta es que depende de cada persona, ya que en función de sus usos y costumbres, habrá de contratar unos tipos de tarjetas u otras. Eso sí, es factible pensar en un conjunto de tarjetas básico para poder pagar en cualquier establecimiento, sin asumir un alto coste.

Existen muchas formas de enseñar economía y, en realidad, cualquiera es válida. No obstante, no todas son igual de divertidas y muchas pueden llegar a ser, incluso, bastante tediosas. En un tema tan complejo como es el económico, resulta complicado no caer en tecnicismos y conceptos difíciles de entender por el común de los mortales.

Puedes invertir tus pequeños ahorros como lo haría cualquier gran fortuna. De hecho, puedes invertir con las grandes fortunas y sacar provecho de sus estrategias de inversión y de sus potentes equipos de gestión. Los grandes patrimonios utilizan para realizar sus inversiones las llamadas Sicavs y es posible entrar la mayoría de ellas.

Cuando pedimos dinero a nuestros padres, estamos actuando como lo haría cualquier empresa. Obtenemos recursos económicos ajenos que utilizamos para adquirir un determinado producto para, después, devolvérselo a la persona que nos lo ha prestado. La única diferencia es que, la empresa apunta estas transacciones en sus libros contables y nosotros en un papel para que no se nos olvide.

Los depósitos bancarios están presentes en nuestro día a día. A través de ellos, recibimos nuestra nómina, pagamos nuestros recibos, hacemos transferencias bancarias y vinculamos las tarjetas de crédito o de débito con las que realizamos compras en los establecimientos comerciales.

La deflación está en boca de todos. El descenso generalizado de los precios de los bienes de consumo parece, a priori, una buena noticia. ¿A quién no le gusta ir al mercado y ver que el precio de las patatas, de la leche o de la lechuga ha bajado? Suponemos que a nadie. Sin embargo, los economistas nos dicen que la deflación no es buena para la economía.