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El Blog de Nationale-Nederlanden

Ante la difícil situación en la que se encuentran los diferentes sistemas de pensiones europeos en la actualidad, la mayoría de países están en la fase de redefinición y ajuste de sus sistemas de previsión a las nuevas realidades sociales. Los retos a los que se enfrentan son importantes: el continuo envejecimiento de la población provocará un aumento de la población beneficiaria de las pensiones y una disminución notable de los trabajadores que con sus cotizaciones contribuyen a la sostenibilidad del sistema. 

La sostenibilidad futura del sistema de pensiones está en entredicho. Nadie sabe con exactitud si los futuros pensionistas llegarán a recibir una prestación pública tal y como está diseñada en la actualidad y, en cualquier caso, si se

​La búsqueda de la viabilidad de nuestro sistema público de pensiones ha llevado a una serie de reformas que se han acelerado en los últimos años con visos a que se mantengan los pilares que la sostienen. Una de las modalidades de jubilación que no se han escapado de esta reforma es la jubilación anticipada. ¿En qué consiste la misma? Son muchos los que la confunden con

Hoy en día, la figura del ama de casa (o el amo de casa), dedica su día a día a cuidar de los suyos más por una decisión familiar o personal que por unas reglas sociales establecidas e inmovibles. Una decisión que muchas veces depende de las cuentas que hagamos; se trata de un trabajo que no está remunerado pero que tampoco tiene precio... o quizá sí.

65 años. Esta es la edad a partir de la cual un trabajador puede acceder a la pensión de jubilación, siempre y cuando el trabajador haya cotizado durante un período mínimo (en 2016, asciende a 36 años o más y, como mínimo, dos de ellos deben incluirse entre los inmediatamente anteriores a la jubilación). Desde 2013, tanto la edad exigida para ac​ceder a la jubilación como el periodo mínimo de cotización irán aumentando de forma progresiva hasta que, en 2027, alcanzarán los 67 y 38 años y seis meses, respectivamente.​

​La decisión de jubilarse o no para un autónomo no es tarea sencilla. La razón principal es puramente económica. La pensión media del trabajador autónomo en 2017 era de 708,55 euros, un 40% menos que lo que perciben de media (1.205,23) un jubilado asalariado. La razón está en lo que estos trabajadores pagan mensualmente como cotización a la Seguridad Social. Para muchos, esta cotización que el trabajador abona en su totalidad (en el caso del trabajador asalariado, es la empresa quien asume la mayor parte) es elevada, lo que lleva a que se opte por la base de cotización mínima. El 86% de los autónomos cotiza por la base mínima, es decir, para tener unos derechos económicos de 919,20 euros al mes (base de cotización mínima de 2017), por la que tendrán que pagar una cuota mensual de poco más de 274 euros mensuales. Este porcentaje de cotizantes de base mínima se dispara hasta el 90% para lo que llevan menos de 5 años dados de alta y para aquellos autónomos menores de 50 años. 

​La​ pensión de jubilación y su cuantía es una cuestión que cada día preocupa más a los trabajadores españoles, especialmente cuando se acerca la edad en la que se comienza a disfrutar del retiro dorado. Esta incertidumbre aumenta conforme aparecen nuevas informaciones sobre la viabilidad del sistema y se desarrollan reformas que modifican lo​s métodos de cálculo empleados hasta ese momento. 

​La reforma fiscal que entró en vigor en enero de 2015 ha cambiado muchos aspectos impositivos sobre los productos de previsión y la fiscalidad de los instrumentos para la jubilación en general. Se han reducido las aportaciones máximas anuales a tan solo 8.000 euros, se han creado nuevas ventanas de liquidez a los 10 años y también se han dado incentivos que buscan mejorar los recursos cuando lleguemos a la edad de la jubilación.   ​

​Llega nuestra edad de jubilación y, después de estar años ahorrando e invirtiendo en nuestros planes de pensiones, nos encontramos con una dec​isión difícil: ¿cómo cobrarlo? ¿Todo de golpe o en forma de renta? Hasta hace poco, la mayoría de los beneficiarios de un plan de pensiones lo hacían en forma de capital, ya que todo rendimiento generado con más de do​​s años disfrutaba de una reducción impositiva del 40% sobre sus ganancias. Desde entonces, allá por el año 2006 y a partir de este ejercicio, el 2015,  también para las aportacion​​es realizadas antes de la fecha de anulación (dejando 2 años como periodo de transición) l​a fiscalidad ha empeorado, premiando el cobro en forma de renta. ​