Muchas personas tienen la idea de que la productividad del trabajo depende únicamente de trabajar muy duro, estar muy cualificados, tener una gran motivación y los incentivos correctos. Y, sí, depende de esos factores, pero no solamente de ellos. En esta entrada explicaremos otros determinantes de la productividad laboral que, no por menos conocidos, son menos importantes.
Ahorrar para planificar nuestra jubilación se ha convertido en toda una necesidad para muchas personas. La debilidad del régimen actual de pensiones, unida al escaso poder de ahorro que tienen la mayoría de familias españolas, han hecho que muchas personas estén buscando la mejor opción para ahorrar todo lo posible antes de que llegue ese momento y que, además, esos ahorros no pierdan poder adquisitivo por culpa de la inflación.
Según el barómetro de política fiscal del CIS, casi siete de cada diez españoles piensa que paga muchos impuestos en España. No cabe duda que esta percepción se constata con la realidad: aproximadamente la mitad de la renta que obtienen los trabajadores, sean asalariados o autónomos, se la queda la Agencia Tributaria.
Las imputaciones de rentas inmobiliarias son uno de los conceptos por los que se puede tener que declarar en el IRPF. Se trata de un supuesto en el que, a pesar de que un inmueble no haya producido ningún rendimiento, como un alquiler, hay que tributar por él.
Como cada año, la declaración de la renta nos trae algunas novedades. En este caso, hay algunos cambios normativos, pero también del procedimiento para confeccionar la autoliquidación del IRPF. Éstas son las variaciones más importantes.
Las ganancias y pérdidas patrimoniales son uno de los conceptos por los que tenemos que pagar en nuestra declaración de la renta. Surgen cuando se producen determinadas alteraciones en el patrimonio del contribuyente.
La rentabilidad de los depósitos sigue bajando y su media ya se sitúa ya por debajo del 0,60%, incluyendo los plazos más elevados de hasta 24 meses. Esta tendencia no va a cambiar a medio plazo, lo que provoca que el instrum
Muchas personas que conviven en pareja coinciden en una misma afirmación: sus economías mejoran si gestionan sus finanzas familiares de manera conjunta. Dado que la mayor parte de los gastos son compartidos, todo les sale por la mitad (electricidad, agua, calefacción, etc.). Sin embargo, todavía hay muchas parejas que gestionan su economía con cuentas separadas pero, ¿qué es mejor?
La figura más importante del seguro de vida es el beneficiario, es decir, la persona que recibirá la prestación económica estipulada en el contrato del seguro en caso de fallecimiento del titular y de otros supuestos contemplados en la Ley, como la invalidez. En la mayoría de los casos se designa de forma expresa el beneficiario, lo cual facilita el cobro del mismo, pero no existe obligación de hacerlo. En este último caso, en caso de fallecimiento del titular, los beneficiarios son los herederos del titular, que tendrán que cumplir una serie de requisitos para conseguir el cobro de la forma más rápida y sencilla posible.